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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".
“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, como debo obrar, para el bien de los hombres, de la iglesia y el triunfo de Jesucristo”.
Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.
15 de octubre de 2019
SANTA TERESA DE JESÚS (DE ÁVILA) DOCTORA DE LA IGLESIA. Fiesta 15 de Octubre.
SANTA TERESA DE JESÚS (DE ÁVILA) DOCTORA DE LA IGLESIA.
EL SIGUIENTE POEMA, ESCRITO POR ELLA MISMA,
RESUME LA FE Y FILOSOFÍA DE VIDA DE LA SANTA ESPAÑOLA.
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube,
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande,
Y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo
Es gloria vana;
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
Que siempre dura;
Fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma,
Que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
Cruces, desgracias;
Siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Teresa de Jesús (de Ávila), Santa
Se cumplen 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Ávila un 28 de marzo de 1515
https://www.youtube.com/watch?v=Yl5I7jjuWdo
La ciudad de Ávila celebró hoy 28/03/2015, con un multitudinario abrazo a la Muralla el aniversario del nacimiento de Santa Teresa.
Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa en una copia de un original de Fray Juan de la Miseria.
Hay múltiples ejemplos en los que Teresa experimenta la eficacia de la Palabra Bíblica. en la Encarnación su contacto con la Escritura fue determinante:
“Tengo por gran merced del Señor la paciencia que su Majestad me dio... Mucho me aprovechó para tenerla haber leído la historia de Job en los Morales de San Gregorio...
Traía muy ordinario estas palabras de Job en el pensamiento y decíalas:
`Pues recibimos los bienes de la mano del Señor, Àpor qué no sufriremos los males?' (Job 2,10).
Doctora de la Iglesia Martirologio Romano: Memoria de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que nacida en Ávila ciudad de España, y agregada a la Orden de los Carmelitas, llegó a ser madre y maestra de una observancia más estrecha, y en su corazón concibió un plan de crecimiento espiritual bajo la forma de una ascensión por grados del alma hacia Dios, pero a causa de la reforma de su Orden hubo de sufrir dificultades, que superó con ánimo esforzado, y compuso libros en los que muestra una sólida doctrina y el fruto de su experiencia (1582).
Teresa de Jesús (de Ávila), Santa
Etimología: Teresa = Aquella que es experta en la caza, viene del griego
Nacida en Ávila el año 1515, Teresa de Cepeda y Ahumada emprendió a los cuarenta años la tarea de reformar la orden carmelitana según su regla primitiva, guiada por Dios por medio de coloquios místicos, y con la ayuda de San Juan de la Cruz (quien a su vez reformó la rama masculina de su Orden, separando a los Carmelitas descalzos de los calzados).Se trató de una misión casi inverosímil para una mujer de salud delicada como la suya: desde el monasterio de San José, fuera de las murallas de Avila, primer convento del Carmelo reformado por ella, partió, con la carga de los tesoros de su Castillo interior, en todas las direcciones de España y llevó a cabo numerosas fundaciones, suscitando también muchos resentimientos, hasta el punto que temporáneamente se le quitó el permiso de trazar otras reformas y de fundar nuevas cases.
Maestra de místicos y directora de conciencias, tuvo contactos epistolares hasta con el rey Felipe II de España
➤Transverberación (del latín: transverberatĭo, que significa "traspasar") es una experiencia mística que, en el contexto de la religiosidad católica, ha sido descrito como un fenómeno en el cual la persona que logra una unión íntima con Dios, siente traspasado el corazón por un fuego sobrenatural. El ejemplo más conocido es de Santa Teresa de Jesús.
y con los personajes más ilustres de su tiempo; pero como mujer práctica se ocupaba de las cosas mínimas del monasterio y nunca descuidaba la parte económica, porque, como ella misma decía:
“Teresa, sin la gracia de Dios, es una pobre mujer; con la gracia de Dios, una fuerza; con la gracia de Dios y mucho dinero, una potencia”.
Por petición del confesor, Teresa escribió la historia de su vida, un libro de confesiones entre los más sinceros e impresionantes. En la introducción hace esta observación:
“Yo hubiera querido que, así como me han ordenado escribir mi modo de oración y las gracias que me ha concedido el Señor, me hubieran permitido también narrar detalladamente y con claridad mis grandes pecados. Es la historia de un alma que lucha apasionadamente por subir, sin lograrlo, al principio”.
Por esto, desde el punto de vista humano, Teresa es una figura cercana, que se presenta como criatura de carne y hueso, todo lo contrario de la representación idealista y angélica de Bernini.
Desde la niñez había manifestado un temperamento exuberante (a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en Africa), y una contrastante tendencia a la vida mística y a la actividad práctica, organizativa. Dos veces se enfermó gravemente. Durante la enfermedad comenzó a vivir algunas experiencias místicas que transformaron profundamente su vida interior, dándole la percepción de la presencia de Dios y la experiencia de fenómenos místicos que ella describió más tarde en sus libros: “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior”.
Teresa de Jesús (de Ávila), Santa
Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa.
El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.
Queridos amigos, hoy celebramos la fiesta de Santa Teresa de Jesús (Teresa de Ávila). Queremos felicitar a todas las amigas que se llaman Teresa y desearles que el Señor las bendiga especialmente en el día de su patrona.
Les ofrecemos a continuación la vida de Santa Teresa narrada por nuestro querido Papa emérito BenedictoXVI:
“Santa Teresa de Ávila (de Jesús) representa una de las cimas de la espiritualidad cristiana de todos los tiempos.
Vidriera del Convento de Santa Teresa.
Nace en Ávila, España, en 1515, con el nombre de Teresa de Ahumada. En su autobiografía ella misma menciona algunos detalles de su infancia: su nacimiento de «padres virtuosos y temerosos de Dios», en el seno de una familia numerosa, con nueve hermanos y tres hermanas.
Todavía niña, cuando tiene menos de nueve años, lee las vidas de algunos mártires que le inspiran el deseo del martirio, hasta el punto de que improvisa una breve huida de casa para morir mártir y subir al cielo; «quiero ver a Dios» dice la pequeña a sus padres.
Estatua de Santa Teresa al lado de la Puerta del Alcázar de la muralla de Ávila.
Algunos años más tarde, Teresa hablará de sus lecturas de la infancia y afirmará que en ellas descubrió la verdad, que resume en dos principios fundamentales, por un lado:
«el hecho de que todo lo que pertenece al mundo de aquí, pasa»
«para siempre, siempre, siempre»
tema que se reitera en la famosísima poesía:
«Nada te turbe,nada te espante; todo se pasa. Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta.¡Sólo Dios basta!».
Al quedar huérfana de madre a los 12 años, pide a la santísima Virgen que le haga de madre.
Reliquia del corazón de Santa Teresa. Carmelitas de Alba de Tormes.
Aunque en la adolescencia la lectura de libros profanos la había llevado a las distracciones de una vida mundana, la experiencia como alumna de las religiosas agustinas de Santa María de las Gracias de Ávila y la lectura de libros espirituales, sobre todo clásicos de la espiritualidad franciscana, le enseñan el recogimiento y la oración.
A la edad de 20 años, entra en el monasterio carmelita de la Encarnación, también en Ávila; en la vida religiosa toma el nombre de Teresa de Jesús.
Tres años después, enferma gravemente; tanto que permanece cuatro días en coma, aparentemente muerta. Incluso en la lucha contra sus enfermedades, la santa ve el combate contra las debilidades y las resistencias a la llamada de Dios: «Deseaba vivir —escribe—, que bien entendía que no vivía, sino que peleaba con una sombra de muerte, y no había quien me diese vida, y no la podía yo tomar; y quien me la podía dar tenía razón de no socorrerme, pues tantas veces me había tornado a sí y yo dejádole» (Vida 8, 2).
En la cruz está la vida - Santa Teresa de Ávila
En la Cuaresma de 1554, a los 39 años, Teresa alcanza la cima de la lucha contra sus debilidades. El descubrimiento fortuito de la estatua de «un Cristo muy llagado» (Vida 9, 1) marca profundamente su vida. La santa, que en aquel período encuentra profunda consonancia con el san Agustín de las Confesiones, describe así el día decisivo de su experiencia mística:
«Acaecíame... venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios, que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí, o yo toda engolfada en él» (Vida 10, 1).
Santa Teresa de Ávila
Paralelamente a la maduración de su interioridad, la santa comienza a desarrollar concretamente el ideal de reforma de la Orden carmelita: en 1562 funda en Ávila, con el apoyo del obispo de la ciudad, don Álvaro de Mendoza, el primer Carmelo reformado, y poco después recibe también la aprobación del superior general de la Orden, Giovanni Battista Rossi.
En los años sucesivos prosigue las fundaciones de nuevos Carmelos, en total diecisiete. Es fundamental el encuentro con san Juan de la Cruz, con quien, en 1568, constituye en Duruelo, cerca de Ávila, el primer convento de Carmelitas Descalzos.
San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz en un retrato del siglo XVI dibujado porFrancisco Pacheco.
Santo y fundador
Proclamado Doctor de la Iglesia el 24 de agosto de 1926 por el papa Pío XI
Nombre
Juan de Yepes Álvarez
Apodo
Doctor mysticus «Doctor místico» (Iglesia católica) Maestro de la fe (Iglesia anglicana)
En 1580 obtiene de Roma la erección como provincia autónoma para sus Carmelos reformados, punto de partida de la Orden religiosa de los Carmelitas Descalzos.
La vida terrena de Teresa termina precisamente mientras está comprometida en la actividad de fundación. En efecto, en 1582, después de haber constituido el Carmelo de Burgos y mientras se encuentra camino de regreso a Ávila, muere la noche del 15 de octubre en Alba de Tormes, repitiendo humildemente dos expresiones:
«Al final, muero como hija de la Iglesia» y
«Ya es hora, Esposo mío, de que nos veamos».
Una existencia consumida dentro de España, pero entregada por toda la Iglesia. Beatificada en 1614 por el Papa Pablo V.
El siervo de Dios Pablo VI la proclama «doctora de la Iglesia» en 1970.
Pablo VI
Teresa de Jesús no tenía una formación académica, pero siempre sacó provecho de las enseñanzas de teólogos, literatos y maestros espirituales. Como escritora, siempre se atuvo a lo que personalmente había vivido o había visto en la experiencia de otros (cf. Prólogo al Camino de perfección), es decir, a la experiencia. Teresa teje relaciones de amistad espiritual con numerosos santos, en particular con san Juan de la Cruz. Al mismo tiempo, se alimenta con la lectura de los Padres de la Iglesia, san Jerónimo.
Entre sus principales obras hay que recordar ante todo la autobiografía, titulada Libro de la vida, que ella llama Libro de las misericordias del Señor. Compuesta en el Carmelo de Ávila en 1565, refiere el itinerario biográfico y espiritual, escrito, como afirma la propia Teresa, para someter su alma al discernimiento del «Maestro de los espirituales», san Juan de Ávila.
El objetivo es poner de relieve la presencia y la acción de Dios misericordioso en su vida: por esto, la obra refiere a menudo su diálogo de oración con el Señor. Es una lectura que fascina, porque la santa no sólo cuenta, sino que muestra que revive la experiencia profunda de su relación con Dios. (…)
La obra mística más famosa de santa Teresa es el Castillo interior, escrito en 1577, en plena madurez. Se trata de una relectura de su propio camino de vida espiritual y, al mismo tiempo, de una codificación del posible desarrollo de la vida cristiana hacia su plenitud, la santidad, bajo la acción del Espíritu Santo.
Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como santa Teresa de Jesús o simplemente Teresa de Ávila.
Teresa se refiere a la estructura de un castillo con siete moradas, como imagen de la interioridad del hombre, introduciendo, al mismo tiempo, el símbolo del gusano de seda que renace mariposa, para expresar el paso de lo natural a lo sobrenatural. (…)
No es fácil resumir en pocas palabras la profunda y articulada espiritualidad teresiana. Quiero mencionar algunos puntos esenciales.
SANTA TERESA PROPONE EN PRIMER LUGAR:
Las virtudes evangélicas como base de toda la vida cristiana y humana.En particular, el desapego de los bienes o pobreza evangélica, y esto nos atañe a todos.
El amor mutuo como elemento esencial de la vida comunitaria y social
La humildad como amor a la verdad
La determinación como fruto de la audacia cristiana
La esperanza teologal, que describe como sed de agua viva.
Sin olvidar las virtudes humanas: afabilidad, veracidad, modestia, amabilidad, alegría, cultura.
SANTA TERESA PROPONE EN SEGUNDO LUGAR:Una profunda sintonía con los grandes personajes bíblicos y la escucha viva de la Palabra de Dios. Ella se siente en consonancia sobre todo con la esposa del Cantar de los cantares y con el apóstol san Pablo, además del Cristo de la Pasión y del Jesús eucarístico.
LA SANTA SUBRAYA CUÁN ESENCIAL ES LA ORACIÓN; REZAR, DICE, SIGNIFICA
«Tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (Vida 8, 5).
La idea de santa Teresa coincide con la definición que santo Tomás de Aquino da de la caridad teologal, como «amicitia quaedam hominis ad Deum», un tipo de amistad del hombre con Dios, que fue el primero en ofrecer su amistad al hombre; la iniciativa viene de Dios.
Santo Tomás de Aquino
Proclamado Doctor de la Iglesia el 11 de abril de 1567 por el papasan Pío V
Atributos
Hábito dominico, libro, sol en el pecho, iglesia bajo el brazo
Patronazgo
Todos los establecimientos educativos católicos
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (1515-1582
La oración es vida y se desarrolla gradualmente a la vez que crece la vida cristiana: comienza con la oración vocal, pasa por la interiorización a través de la meditación y el recogimiento, hasta alcanzar la unión de amor con Cristo y con la santísima Trinidad.
Obviamente no se trata de un desarrollo en el cual subir a los escalones más altos signifique dejar el precedente tipo de oración, sino que es más bien una profundización gradual de la relación con Dios que envuelve toda la vida.
Santa Teresa de Jesús (Teresa de Ávila)
Más que una pedagogía de la oración, la de Teresa es una verdadera «mistagogia»: al lector de sus obras le enseña a orar rezando ella misma con él; en efecto, con frecuencia interrumpe el relato o la exposición para prorrumpir en una oración.
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (1515-1582)
OTRO TEMA IMPORTANTE PARA LA SANTA ES LA CENTRALIDAD DE LA HUMANIDAD DE CRISTO.
Para Teresa, de hecho, la vida cristiana es relación personal con Jesús, que culmina en la unión con Él por gracia, por amor y por imitación.
De aquí la importancia que ella atribuye a la meditación de la Pasión y a la Eucaristía, como presencia de Cristo, en la Iglesia, para la vida de cada creyente y como corazón de la liturgia.
Santa Teresa vive un amor incondicional a la Iglesia: manifiesta un vivo «sensus Ecclesiae» frente a los episodios de división y conflicto en la Iglesia de su tiempo.
Reforma la Orden carmelita con la intención de servir y defender mejor a la «santa Iglesia católica romana», y está dispuesta a dar la vida por ella (cf. Vida 33, 5).
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (1515-1582)
Un último aspecto esencial de la doctrina teresiana, que quiero subrayar, es la perfección, como aspiración de toda la vida cristiana y meta final de la misma.
La santa tiene una idea muy clara de la «plenitud» de Cristo, que el cristiano revive. Al final del recorrido del Castillo interior, en la última «morada» Teresa describe esa plenitud, realizada en la inhabitación de la Trinidad, en la unión con Cristo a través del misterio de su humanidad.
Virgen María y el Niño Jesús con santa Teresa de Jesús
Queridos hermanos y hermanas, santa Teresa de Jesús es verdadera maestra de vida cristiana para los fieles de todos los tiempos. En nuestra sociedad, a menudo carente de valores espirituales, santa Teresa nos enseña a ser testigos incansables de Dios, de su presencia y de su acción; nos enseña a sentir realmente esta sed de Dios que existe en lo más hondo de nuestro corazón, este deseo de ver a Dios, de buscar a Dios, de estar en diálogo con él y de ser sus amigos. Esta es la amistad que todos necesitamos y que debemos buscar de nuevo, día tras día.
Santa Teresa de Jesús (Teresa de Ávila)
Que el ejemplo de esta santa, profundamente contemplativa y eficazmente activa, nos impulse también a nosotros a dedicar cada día el tiempo adecuado a la oración, a esta apertura hacia Dios, a este camino para buscar a Dios, para verlo, para encontrar su amistad y así la verdadera vida; porque realmente muchos de nosotros deberían decir: «no vivo, no vivo realmente, porque no vivo la esencia de mi vida».
Santa Teresa y San Francisco de Borja. Obra del pintor valenciano Segrelles, se conserva en la Iglesia de los Jesuitas en Gandía.
Por esto, el tiempo de la oración no es tiempo perdido; es tiempo en el que se abre el camino de la vida, se abre el camino para aprender de Dios un amor ardiente a él, a su Iglesia, y una caridad concreta para con nuestros hermanos. Gracias”.
Santa Teresa de Jesús (Teresa de Ávila)
"Como Su Majestad quería ya darme luz para que no le ofendiese ya y conociese lo mucho que le debía, (...) me hizo buscar con diligencia personas espirituales con quien tratar, que ya tenía noticia de algunos, porque habían venido aquí los de la Compañía de Jesús, a quien yo -sin conocer a ninguno- era muy aficionada, de sólo saber el modo que llevaban de vida y oración; mas no me hallaba digna de hablarlos ni fuerte para obedecerlos, que esto me hacía más temer, porque tratar con ellos y ser la que era hacíaseme cosa recia".
"Alabado sea el Señor, que me ha dado gracia para obedecer a mis confesores, aunque imperfectamente; y casi siempre han sido de estos benditos hombres de la Compañía de Jesús; aunque imperfectamente, como digo, los he seguido". (V. 23, 3; 15)
La transverberación de Santa Teresa de Jesús
Antonio Viladomat y Manalt (Español, 1678-1755)
SANTA TERESA DE ÁVILA Y SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER
El 15 de octubre la Iglesia celebra la fiesta de santa Teresa de Ávila, recopilamos algunos relatos que narran el cariño de san Josemaría por la santa y la influencia en sus escritos.
NOTICIAS14 de Octubre de 2017
Museo de santa Teresa de Jesús (Ávila, España)
RELATOS SOBRE EL CARIÑO DE SAN JOSEMARÍA POR TERESA DE ÁVILA Y LA INFLUENCIA EN LOS ESCRITOS DEL FUNDADOR DEL OPUS DEI
Cuando, entre finales de diciembre del 1917 y comienzos de enero de 1918, en Logroño, el joven Josemaría descubrió aquellas huellas de unos pies descalzos en la nieve, se despertó en su alma una profunda inquietud y la seguridad plena de que el Señor quería algo. Acudió entonces a la dirección espiritual del Padre José Miguel, el carmelita que había dejado aquellas huellas.
Este santo religioso, al observar las excelentes disposiciones interiores del joven, y comprendiendo que, efectivamente, el Señor le llamaba, le sugirió hacerse carmelita descalzo. Esta posibilidad ni le atraía ni le desagradaba; pero, tras haberlo meditado con calma en la oración, también por lo que afectaba a sus deberes familiares, comprendió claramente que no era eso lo que el Señor le pedía, e intuyó que si el Señor quería algo de él, el mejor modo de estar disponible era hacerse sacerdote.
Interrumpió entonces la dirección espiritual con el Padre José Miguel, aunque conservó siempre una sincera gratitud por su trato, así como un afecto muy grande hacia los carmelitas. Veneraba especialmente a Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y Santa Teresita del Niño Jesús: fue asiduo lector de sus obras y en la predicación evocaba a menudo a estos grandes maestros de la espiritualidad y citaba sus escritos, aunque, cuando era necesario, hacía notar los puntos de divergencia con su propio modo de pensar y vivir las relaciones con Dios.
SAN JOSEMARÍA PROFUNDIZÓ EN LOS ESCRITOS DE LA SANTA DE ÁVILA EN SUS AÑOS DE SEMINARIO EN ZARAGOZA
San Josemaría profundizó en los escritos de la Santa de Ávila en sus años de Seminario en Zaragoza. Empujado por sus gustos literarios, el joven Josemaría empleaba el tiempo libre de clases o estudios en la lectura. Se le veía tomar notas de frases o pensamientos. Se acostaba robando horas al sueño. Por las noches veían los seminaristas, por debajo de la puerta de su puerta, la luz titilante e incierta de una vela, porque no todas las habitaciones del seminario de San Carlos tenían luz eléctrica.
Gozó de un fecundo período de dos años de lecturas. Más adelante, san Josemaría no dispuso ya de tanto tiempo ni de ocasión tan propicia para ese tipo de libros, salvo la necesidad que tuvo de consultar, a veces, los escritos de los clásicos. Leyó con profundidad a místicos y ascetas, estudiando las escondidas operaciones de la gracia. Y gustaba, muy particularmente, de las obras de Santa Teresa.
Esas lecturas de los clásicos españoles del siglo de Oro, se traslucían luego en sus escritos y en su predicación, pero también en su vida diaria y en sus esfuerzos por hacer amable el día a día de su familia. En 1931, siendo sacerdote joven en Madrid, con una situación económica muy apurada, decidió esmerarse, aún más, en el trato dentro de casa: veré en mi madre a la Ssma. Virgen, en mi hermana Carmen a Santa Teresa o a Santa Teresita, y en Guitín (así llamaba cariñosamente a Santiago, su hermano pequeño) a Jesús Adolescente .
SANTA TERESA ME HA PROPORCIONADO, DE NUESTRO JESÚS, LA ALEGRÍA —CON MAYÚSCULA— QUE HOY TENGO...
El cardenal argentino impartió la bendición con la reliquia.
En ese mismo año, arreciaba la persecución religiosa en España. El 14 de octubre se enteró que se había aprobado el famoso y triste artículo 26 de la Constitución, que llevaba pareja la expulsión de la Compañía de Jesús. Esa misma tarde se fue a ver a su confesor a Chamartín. El peligro no afectaba solamente a los jesuitas. Todos los conventos y residencias de religiosos estaban expuestos a ser asaltados. Los estudiantes católicos solían, para protegerlos, montar la guardia de noche. El 15 de octubre, día de Santa Teresa de Jesús, el capellán se presentó en clausura. Las monjas se hallaban atemorizadas por los alarmantes rumores que les venían de la calle. Las sosegó como pudo, poniendo calor y optimismo en sus palabras:
«Hoy entré en la clausura de Sta. Isabel. Animé a las monjas. Les hablé de Amor, de Cruz y de Alegría... y de victoria. ¡Fuera congojas! Estamos en los principios del fin. Santa Teresa me ha proporcionado, de nuestro Jesús, la Alegría —con mayúscula— que hoy tengo..., cuando, al parecer, humanamente hablando, debiera estar triste, por la Iglesia y por lo mío (que anda mal: la verdad): Mucha fe, expiación, y, por encima de la fe y de la expiación, mucho Amor. Además esta mañana, para purificar dos Copones, por no dejar al Santísimo Sacramento en la Iglesia, comulgué casi medio copón, aunque di bastantes formas a cada religiosa».
Las religiosas le premiaron aquella siembra de alegría: al salir de la clausura, en la portería, me han enseñado un Niño, que era un Sol. ¡No he visto Jesús más guapo! Encantador: lo desnudaron: está con los bracitos cruzados sobre el pecho y los ojos entreabiertos. Hermoso: me lo he comido a besos y... de buena gana lo hubiera robado.
Camino, el libro más conocido de san Josemaría, ha sido comparado con algunos escritos de san Juan de la Cruz genéricamente designados como “Avisos y Cautelas”. Autores como Ibánez Langlois no ignora la conexión existente entre Escrivá de Balaguer y los clásicos de la literatura espiritual española. Entre éstos, sin embargo, privilegia, más que a san Juan de la Cruz a santa Teresa de Jesús: «Dentro del siglo de oro –ha escrito– es con santa Teresa con quien se evidencia un parentesco más sensible. Porque, así como ella escribe una prosa coloquial y fulgurante muy lejos de toda pretensión de escritora y sin saber si quiera que lo fuese, así Josemaría Escrivá. Hizo gran literatura considerando él mismo que sólo escribía rápidos apuntes de conciencia, cartas de familia, anotaciones personales nacidas de su oración…».
Santa Teresa de Jesús. Pintura al óleo de Alonso del Arco, siglo XVII.
LA INFLUENCIA DE SANTA DE TERESA EN CAMINO
Esa influencia de santa Teresa en el modo de escribir del fundador del Opus Dei, se asoma, además, en varios puntos de Camino en los que cita a la santa de Ávila.
Voluntad. —Energía. —Ejemplo. —Lo que hay que hacer, se hace... Sin vacilar... Sin miramientos... Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Iñigo de Loyola, San Ignacio...¡Dios y audacia! —"Regnare Christum volumus!"Camino, 11
Hombre libre, sujétate a voluntaria servidumbre para que Jesús no tenga que decir por ti aquello que cuentan que dijo por otros a la Madre Teresa: "Teresa, yo quise... Pero los hombres no han querido". Camino, 761
Niño audaz, grita: ¡Qué amor el de Teresa! —¡Qué celo el de Xavier! —¡Qué varón más admirable San Pablo! —¡Ah, Jesús, pues yo... te quiero más que Pablo, Xavier y Teresa! Camino, 874
No pidas a Jesús perdón tan sólo de tus culpas: no le ames con tu corazón solamente...Desagráviale por todas las ofensas que le han hecho, le hacen y le harán..., ámale con toda la fuerza de todos los corazones de todos los hombres que más le hayan querido. Sé audaz: dile que estás más loco por El que María Magdalena, más que Teresa y Teresita..., más chiflado que Agustín y Domingo y Francisco, más que Ignacio y Javier. Camino, 402
De San José dice Santa Teresa, en el libro de su vida: "Quien no hallare Maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro, y no errará en el camino". —El consejo viene de alma experimentada. Síguelo. Camino, 561
Una mala noche, en una mala posada. —Así dicen que definió esta vida terrena la Madre Teresa de Jesús. —¿No es verdad que es comparación certera? Camino, 703
Despacio. —Mira qué dices, quién lo dice y a quién. —Porque ese hablar de prisa, sin lugar para la consideración, es ruido, golpeteo de latas. Y te diré con Santa Teresa, que no lo llamo oración, aunque mucho menees los labios. Camino, 85
Y EN OTROS ESCRITOS DE SAN JOSEMARÍA, TAMBIÉN ASOMA SU DEVOCIÓN Y CARIÑO POR LA SANTA DE ÁVILA
Voy a proseguir este rato de charla ante el Señor, con una nota que utilicé años atrás, y que mantiene toda su actualidad. Recogí entonces unas consideraciones de Teresa de Avila: todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios. ¿Comprendéis por qué un alma deja de saborear la paz y la serenidad cuando se aleja de su fin, cuando se olvida de que Dios la ha creado para la santidad? Esforzaos para no perder nunca este punto de mira sobrenatural, tampoco a la hora de la distracción o del descanso, tan necesarios en la vida de cada uno como el trabajo. Amigos de Dios, 10
Este adverbio —siempre— ha hecho grande a Teresa de Jesús. Cuando ella —niña— salía por la puerta del Adaja, atravesando las murallas de su ciudad acompañada de su hermano Rodrigo, para ir a tierra de moros a que les descabezaran por Cristo, susurraba al hermano que se cansaba: para siempre, para siempre, para siempre. Mienten los hombres, cuando dicen para siempre en cosas temporales. Sólo es verdad, con una verdad total, el para siempre cara a Dios; y así has de vivir tú, con una fe que te ayude a sentir sabores de miel, dulzuras de cielo, al pensar en la eternidad que de verdad es para siempre. Amigos de Dios, 200
El hombre de fe sabe juzgar bien de las cuestiones terrenas, sabe que esto de aquí abajo es, en frase de la Madre Teresa, una mala noche en una mala posada. Renueva su convencimiento de que nuestra existencia en la tierra es tiempo de trabajo y de pelea, tiempo de purificación para saldar la deuda debida a la justicia divina, por nuestros pecados. Sabe también que los bienes temporales son medios, y los usa generosamente, heroicamente.Amigos de Dios, 203
Asegura Santa Teresa que "quien no hace oración no necesita demonio que le tiente; en tanto que, quien tiene tan sólo un cuarto de hora al día, necesariamente se salva"..., porque el diálogo con el Señor —amable, aun en los tiempos de aspereza o de sequedad del alma— nos descubre el auténtico relieve y la justa dimensión de la vida. Sé alma de oración.Forja, 1003
Bastón de Santa Teresa
RELATOS DEL BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO Y DE JAVIER ECHEVARRÍA
Las personas que convivieron con él, relatan, además, sucesos y palabras de su predicación en las que, a menudo, se traslucía la huella que santa Teresa había dejado en su alma.
El beato Álvaro del Portillo, recuerda:
«El Padre solía decir, ya a los primeros miembros del Opus Dei, que para crecer en la vida interior, es un buen medio consagrar cada día de la semana a una devoción sólida: a la Santísima Trinidad, a la Eucaristía, a la Pasión, a la Virgen, a San José, a los Santos Ángeles Custodios, a las benditas ánimas del Purgatorio. Como siempre, este consejo brotaba de su experiencia personal: lo había vivido desde hacía muchos años. Puedo afirmar que sus principales devociones fueron: la Santísima Trinidad –Dios Uno y Trino, además de las Tres Personas divinas a las que trataba singularmente: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo–; Nuestro Señor Jesucristo, sobre todo su presencia en la Eucaristía, su Pasión y sus años de vida oculta; la Santísima Virgen; San José; los santos Ángeles y Arcángeles; los Santos y, en particular, los doce Apóstoles, los Santos que escogió como intercesores de algunos aspectos del apostolado de la Obra –Santa Catalina de Siena, San Nicolás de Bari, Santo Tomás Moro, San Pío X y el Santo Cura de Ars–, otros santos, como San Antonio Abad, Santa Teresa de Jesús, etc., y los primeros cristianos».
Detalle de la empuñadura del Bastón de Santa Teresa
Javier Echevarría, refiriéndose a cómo era el trato confiado de san Josemaría con su Padre-Dios, a pesar del cansancio o de las dificultades, recordaba:
«En ningún momento le he visto desanimado, dubitativo, intranquilo. A su lado, se palpaba lo que tantas veces nos repitió, con palabras de Santa Teresa de Jesús: "quien a Dios tiene, nada le falta". Resumía claramente sus disposiciones en 1966: "la angustia y la tristeza se oponen completamente a la misma esencia de Dios, que es la felicidad en grado sumo. Si estáis cansados, decídselo al Señor; si encontráis dificultades de categoría, dejadlas en las manos del Señor. Pero, insisto, evitad que alguno pueda concluir, por vuestra actitud personal, que el yugo del Maestro no es suave, no es de amor».
San Josemaría siempre amó el estado religioso y, siempre que pudo, visitó los conventos a los que le invitaban. En Chile, durante su viaje de catequesis en 1974, la priora del convento de las Carmelitas en Pedro de Valdivia esgrimió el ideal de su fundadora, Santa Teresa de Jesús, “tanto alcanzas cuanto esperas”, un argumento al que san Josemaría no opuso resistencia, y con el mayor gusto se dispuso a visitarlas la misma mañana en que recibió la carta.
«Yo tengo un amor muy grande a la vocación de almas contemplativas –les dijo–, porque en el Opus Dei somos contemplativos en medios de la calle. Os entendemos muy bien, y las Madres Carmelitas del mundo entero nos entienden muy bien y nos ayudan con su oración. Vengo a pedir una limosna de oración: rezad».
Las carmelitas recuerdan que les endulzó el alma con sus comentarios y también el paladar con los bombones que les llevó de regalo.
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