Nuestra Señora del Sagrado Corazón
HISTORIA Y CONTEXTO
Esta advocación nació en el siglo XIX, un siglo caracterizado por las devociones dulzonas, el auge de la religiosidad sensiblera y el desfavorable arte de las “estampitas”.
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Nuestra Señora del Sagrado Corazón |
Estampa de Nuestra Señora del Sagrado Corazón del Siglo XX
|
| Venerada en
Iglesia Católica |
| Templo
Iglesia de "Nostra Signora del Sacro Cuore" (Roma - Italia), Basílica de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (Issoudun - Francia) |
| Festividad
31 de mayo |
| Patrona de
Causas difíciles y desesperadas |
| Fecha de la imagen
Siglo XIX
(Anónimo) |
SANTUARIO DE ISSOUDUN - Nuestra Señora del Sagrado Corazón
Fue un siglo adverso para la fe, con respecto a la política y la sociedad, que avanzaban hacia el progreso y veían la religión como un lastre. Ante esto, junto a un sincero deseo de evangelizar, mediante la prolífica fundación de congregaciones caritativas, orantes o educativas, se dio el fenómeno que dicha evangelización puso acento en nuevas devociones, actos litúrgicos pomposos y exteriores y la reafirmación a toda ultranza de valores católicos frente al mundo.
Antes y después del cambio - Nuestra Señora del Sagrado
Corazón
Primitiva imagen en la Basílica de Issoudun, Francia.
También es cierta una cosa, todo sea dicho: Es el siglo de la era moderna en que más santos y santas ha habido, fundadores, místicas, misioneros, que vivieron esta espiritualidad. Y también es el siglo en que más colegios y hospitales fueron fundados, inauguradas muchas misiones en Asia y África que duran hasta hoy.
Padre Julio Chevalier
Las devociones nuevas o renovadas eran acogidas calurosamente por el pueblo (algunas para ser olvidadas con el tiempo), las indulgencias concedidas con generosidad. Las advocaciones marianas se multiplican (La Luz, El Amor Hermoso, La Milagrosa).
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Se reafirma el vía crucis, se determinan muchos santos patronos de oficios y asociaciones, nacen los Siete Somingos a San José, el Reloj de la Pasión, los múltiples rosarios. Estamos en la Francia de la devoción al Corazón de Jesús, que comienza a lanzarse la beatificación de Juana de Arco, como ejemplo de verdadera patriota: católica, amante de la Iglesia.
Seminaristas de los Misioneros del Sagrado Corazón en Perú
LA ADVOCACIÓN Y SU SENTIDO
La devoción realmente la ideó en 1846 el jesuita P. Saint Angelo, que tuvo la inspiración y comenzó a peregrinar por Francia extendiendo su idea y obteniendo recursos para llevar a cabo su plan. Expulsados los jesuitas de Francia y al emigrar este padre a Holanda, continuó allí su idea, que no cuajó, puesto que ni la devoción se extendió ni el templo que había proyectado se construyó.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón abogada de las causas difíciles y desesperadas
Es tenido por verdad que la ideó el Padre Luis Chevalier, fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón, que desde joven tuvo la idea de honrar a María, unida al Sagrado Corazón de Jesús. Sus seguidores sustentan que ni conoció al iniciador de la devoción ni oyó nunca nada sobre la advocación, mientras que los jesuitas afirmaban que sí, que se había basado en la idea original de su compañero de Orden. Se también se basan en que el título jesuítico era “Nuestra Señora del Corazón de Jesús” y el del P. Chevalier era y es “Nuestra Señora del Sagrado Corazón”, pero eso no prueba nada. Pero ni es comprobable una cosa ni otra.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Ya fundada su congregación de misioneros del Sagrado Corazón, entre 1857 y 1859, mientras proyectaba el santuario que estaba construyendo en Issoudun, el P. Chevalier confirmó la idea de una advocación nueva y exclusiva para su instituto religioso. Decidió llamarla Nuestra Señora del Sagrado Corazón, como símbolo de María Madre que nos lleva a todos al Corazón de su Hijo, poderosa abogada frente al Corazón de su Hijo. De alguna manera la idea ya estaba planteada en la devoción al Corazón de María, pero era necesario plasmarlo iconográficamente.
Primitiva imagen en la Basílica de Issoudun, Francia.
Chevalier se propuso varias metas, con la nueva advocación: honrar el amor, la obediencia de Jesús hacia María:
1. Reconocer y propagar el poder suplicante que Cristo ha dado a María sobre su propio Corazón.2. Enseñar que el Corazón de María nos lleva al Corazón de Jesús.3. Unirse a María en su alabanza y adoración al Corazón de Jesús.4. Confiarle todas las causas difíciles y desesperadas, espirituales y materiales.
Y fue este cuarto punto el “gancho” que atrajo a miles de devotos, a que muchísimas iglesias dedicaran altares a la imagen, no a la original que quedó desconocida por causas que más adelante aclararé. En parte, esta advocación se propagó rápidamente por los jesuitas (como la Virgen de la Luz o Nuestra Señora de Belén), que la llevaban consigo en sus misiones, siendo así que en ocasiones precedía a los mismos misioneros del Sagrado Corazón.
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Algún conflicto menor y local hubo por ello, porque estos pretendían el monopolio de la advocación. Incluso al principio se negaron a que cualquiera, incluido los jesuitas, predicara o publicara sobre la nueva advocación, pero nada lograron.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
LA IMAGEN ORIGINAL
Así, en 1861, surgió la imagen, que no es como muchos dicen, una estatua, sino una vidriera. La compuso el mismo P. Chevalier basándose en la imagen de la Medalla Milagrosa, ya muy conocida por entonces, y poniéndole un Jesús casi jovencito delante, de pie. El niño señalaba con la mano izquierda a su propio corazón, mientras que la derecha la tenía en alto, señalando a la Madre.
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
El mensaje: “Por el Corazón de mi Madre, llegaréis a mi Corazón”, mostrando el poder intercesor casi sin límites de la Madre de Dios, llamada la Omnipotencia Suplicante. El medio para dar a conocerla fue el de siempre, fundando una cofradía, que pronto se extendió y tuvo muchísimos miembros, atraídos por la novedad de aquella devoción y su mensaje de protectora y abogada de las causas imposibles. También tuvo muchos detractores que veían una innovación innecesaria, pero que, en todo caso, solo sirvieron para hacerla más conocida y amada.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
HITOS DE LA DEVOCIÓN
1. El primer obispo en autorizarla y recomendarla fue Monseñor de la Tour d’Auvergne.2. Pío IX autorizó y bendijo la cofradía otorgándole varias indulgencias.3. El 2 de julio de 1864 el arzobispo de Tours consagró la iglesia del Sagrado Corazón de Issoudun.4. En 1864 entra en la Congregación el definitivo apóstol de N. S. del Sagrado Corazón: P. Víctor Jouët, quien escribió los conocidísimos “Mes de mayo en honor de Nuestra Señora del Sagrado Corazón” y el “Acuérdate”, que no es más que una paráfrasis de la popular oración atribuida a San Bernardo, en este caso, intercalando el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.5. En 1865 se celebra por primera vez la fiesta litúrgica, el 31 de mayo. Pasó luego al último sábado del mes de mayo, por ocupar este día 31 la Fiesta de la Visitación de María, de mayor rango litúrgico (antiguamente era el 2 de julio).6. En 1867, se comienza una reforma del templo, para construir una capilla propia y suntuosa para la imagen.7. Se realiza una magnífica diadema con vistas a pedir la coronación canónica.
Basílica Nuestra Señora del Sagrado Corazón Issoudun Francia
En 1868 Chevalier visitó Roma y el papa bendijo ambas coronas y se sumó a la Cofradía, a la que elevó a Archicofradía. La coronación fue fijada para el 8 de septiembre de 1869, que se celebró con más de 30.000 peregrinos. Se corona una estatua realizada en mármol de Carrara, según la ya conocida e ideada por Chevalier. Ese mismo día, Roma solicitó todo el material publicado sobre la devoción y algunas representaciones de la imagen, para estudiarla, ante denuncias. Incluso la coronación llegó a peligrar, pero el arzobispo decidió llevarla adelante. Solventados los problemas y aclarados los malentendidos, se permitió la devoción, pero… y llegamos al punto más curioso: la imagen debía ser cambiada:
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
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HISTORIA Y CONTEXTO
Esta advocación nació en el siglo XIX, un siglo caracterizado por las devociones dulzonas, el auge de la religiosidad sensiblera y el desfavorable arte de las “estampitas”. Fue un siglo adverso para la fe, con respecto a la política y la sociedad, que avanzaban hacia el progreso y veían la religión como un lastre. Ante esto, junto a un sincero deseo de evangelizar, mediante la prolífica fundación de congregaciones caritativas, orantes o educativas, se dio el fenómeno que dicha evangelización puso acento en nuevas devociones, actos litúrgicos pomposos y exteriores y la reafirmación a toda ultranza de valores católicos frente al mundo.
Imagen de NS del Sagrado Corazón en la Basílica de Issoudun
EL CAMBIO DE ASPECTO, CRUCIAL PARA EL MENSAJE
Fue a finales del siglo XIX en que la devoción e imagen se propagó por Europa y América, principalmente México, aunque como ya dije, no en la imagen original. Roma decidió que el Niño Jesús no debía estar por debajo de María y mucho menos señalarla a ella, puesto que prestaba a confusión, dando a entender iconográficamente hablando, que ella era el objeto de la devoción, la poderosa; en definitiva, que ella era más importante que Él. Por ello se prohibió la imagen del P. Chevalier y se ordenó su cambio, de forma que el Niño “se subiera” a los brazos de María y fuera Ella quien lo señalara a Él, puesto que el fin último de toda devoción es Jesucristo. La variante más conocida es aquella en la que María sostiene el Corazón del Niño en el pecho de este, a veces ella también porta su propio corazón. Y se ideó la pintura de dudoso gusto estético, tipo “estampita” que todos conocemos, con el atractivo título de “abogada de las causas desesperadas”.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Aunque en el santuario quedó la original. En América, casi con exclusividad, es la que se conoce y se venera por influencia jesuítica mayormente, no por los misioneros del Sagrado Corazón, que llegaron después de verla establecida. Unos de los casos apartes están en la Habana, donde los P.P Escolapios veneran una estatua en su iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, que sigue el estilo de la original: con el Niño a los pies y este señalando a la Madre (imagen del artículo).
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Otra podemos verla en el Antiguo Colegio de Párvulos, en San Juan de Puerto Rico: el Niño aparece a la derecha de María, de pie sobre una nube alta, e igualmente, señala el Corazón de María. Y en la iglesia de la Merced de Guadalajara, existe una imagen como era originalmente. No conozco de ninguna más, salvo la original de Issoudun.
... Señora del Sagrado Corazón. Imagen que se veneraba en la iglesia de la Merced de Guadalajara, México. Actualmente
NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN ABOGADA DE LAS CAUSAS DIFÍCILES Y DESESPERADAS. FIESTA 31 DE MAYO.
150 AÑOS DE AÑOS DE ORACIÓN
El P. Auguié, antiguo rector de la basílica rememora para nosotros los comienzos y la expansión del título de Nuestra Señora del Sagrado Corazónen Europa y en todo el mundo
¡Un lugar que habla por sí mismo! ¡Un lugar de vida y de santidad! ¡Un lugar de gracia!... ¡Un lugar para rcobrar fuerzas! Tantas expresiones que pueden expresar la singularidad del Santuario de Issoudun, (haga clic para visitarlo)pequeña ciudad en el corazón de Francia. Julio Chevalier llega ahí durante el otoño de 1854 y, en 1857 da a conocer su intención de invocar María con el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. El había prometido a la Virgen durante una novena que terminó el 8 de diciembre de 1854, de hacerla honrar de una manera especial en el caso de que un signo del cielo que confirmaría su deseo de fundar una nueva congregación. El último día de la novena, un bienhechor aportó una suma de dinero para fundar una congregación de misioneros. ¡La respuesta del cielo!
Señora del Sagrado Corazón - Imagen venerada en la iglesia homónima, Guadalajara, México.
A LA SOMBRA DE LOS ÁRBOLES
Durante un recreo el Padre Chevalier interroga a sus compañeros: "¿Como llamaremos a María para cumplir con nuestra promesa?" De todas partes afluyen títulos conocidos. Gran admiración cuando afirma: "Ella se llamará Nuestra Señora del Sagrado Corazón". Nadie había escuchado nunca ese nombre. Durante tres años el Padre Chevalier había meditado y reflexionado acerca de este título que en sí mismo es un mensaje. Este nuevo título implica dos de los protagonistas del misterio de la Encarnación: Jesús y su Madre. María invocada como Nuestra Señora y el Cristo contemplado bajo el signo de su Sagrado Corazón. Somos proyectados así al corazón del misterio de la fe. "¿Acaso no es María que nos hace entrar en el misterio de Cristo y de la Iglesia?", dirá el Concilio Vaticano II. Estamos en el corazón del Evangelio que nos revela la intimidad de María y de Jesús: la Anunciación, la Navidad, Caná, la Cruz y más tarde el Cenáculo.
Virgen del Sagrado Corazón. Estampa devocional de los años 20
Una vez encontrado el nombre, es importante concretizarlo por medio de una imagen o una estatua. El Padre Chevalier, nacido a Richelieu (Indre-et-Loire) se inspira en un artista de la región: M. Hallez. Su cuadro de la Sagrada Familia le permite asegurar las bases de la primera representación de nuestra Señora del Sagrado Corazón. Coloca al niño Jesús delante de la estatua de la Virgen de la calle du Bac. El Padre Chevalier no ha tenido visiones o revelaciones. Por eso no puede reproducir los que ha visto cómo en el caso de Bernardita de Lourdes que nunca estaba satisfecha con la representación de la Virgen de la gruta. De esta manera el Padre Chevalier, más allá de la estética, se esfuerza de explicar el significado del nuevo título. Insiste mucho sobre las relaciones privilegiadas entre María y Jesús. Habrá otras imágenes y estatuas como el calvario de la basílica o la Virgen de Roma con el Niño en los brazos. Hay una constante en estas representaciones: nos da a su Hijo y Jesús muestra su Corazón y a su Madre.
Julio Chevalier Fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón
EL DETONANTE
El Padre Chevalier explicará por primera vez el sentido del nuevo título en la revista de los padres jesuitas de Toulouse: "El Mensajero del Sagrado Corazón". Este largo artículo será un detonante. En todas partes de Francia se conocerá el nombre de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Se descubre de una nueva manera que María nos dona todo lo que tiene ella de hermoso y de querido: a su Hijo. De su parte, Jesús nos muestra en un doble movimiento su Corazón y su Madre. Parece que nos dice: "Si quieren conocer los secretos de mi Corazón pasen por María". A partir de ese momento, de manera casi milagrosa, millares de personas van a escribir y venir en peregrinación a Issoudun donde no ha habido apariciones. Más tarde, el Padre Chevalier funda la Fraternidad Nuestra Señora del Sagrado Corazón y la revista que hoy por hoy se llama los Anales de Issoudun que hace el enlace entre todos los miembros de la Fraternidad.
Julio Chevalier Fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
NUESTRA SEÑORA EN EL EXILIO
Las expulsiones de los religiosos fuera de Francia a fines del siglo XIX dispersan a los misioneros en las cuatro direcciones de Europa. Nacerán otros santuarios: Sittard en Holanda, Plaza Navona en Roma en la iglesia confiada a los Misioneros del Sagrado Corazón, la capilla llamada Nuestra Señora de Scé en Châtel-St-Denis en Suiza, en Barcelona, España. Desde esta ciudad partirán los primeros misioneros hacía Papua Nueva Guinea. Gracias a la predicación de los Misioneros del Sagrado Corazón a través de Francia, las estatuas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón aparecerán en numerosas iglesias, capillas y conventos.
Julio Chevalier Fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón - Ya en el Seminario tuvo la intuición que el Sagrado Corazón sería el remedio para los males del mundo. Como joven sacerdote su sueño de un grupo de misioneros llevarían este mensaje al mundo entero, se perfiló cada vez más - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
LA PRIMERA EN CAMINO
Cada vez que se ofrece una nueva misión a los hijos o a las hijas del Padre Chevalier en el mundo se constata de manera permanente que Nuestra Señora del Sagrado Corazón los ha precedido por medio de una estatua, una imagen o un cuadro. Este año celebramos 150 años de oración a aquella que nos invita a conocer mejor a Cristo y que es para todos nosotros signo de esperanza. A invitación de Benedicto XVI para la Cuaresma 2007 contemplemos con María al Hombre con el Corazón abierto en el calvario. Aprendamos a recibir de Él los dones que Dios no cesa de hacernos para prodigarnos su amor.
Daniel Auguié, MSC, Annales d'Issoudun, mayo 2007
Nuestra Señora del Sagrado Corazón
JULIO CHEVALIER, FUNDADOR Y PRIMER SUPERIOR GENERAL DE LOS MISIONEROS DEL SAGRADO CORAZÓN (NOTAS BIOGRÁFICAS DEL P. PIPERON MSC)
Los grandes amores de Julio Chevalier: el Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora del Sagrado Corazón y la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón
Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
LA DEVOCION DEL P. CHEVALIER AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
PRACTICAS ESTABLECIDAS POR EL PARA LOS FIELES EN LA CAPILLA DE ISSOUDUN
Los años de la vida de nuestro Fundador que nos quedan por estudiar, fueron no sólo los más fecundos en obras sino también los más saturados de pruebas. Sería necesario un grueso volumen para resumir estos treinta y ocho últimos años de su existencia tan prolongada y tan llena. Pero mi misión es solamente redactar un opúsculo que, a pesar de todo, se puede alargar más de lo previsto. Por otra parte, ni mi propia capacidad ni mis posibilidades me permiten emprender un trabajo de larga envergadura. Me limitaré, pues, a esbozar a grandes rasgos, como el boceto de un cuadro, lo que me queda por narrar de esta fecunda carrera, con el fin de plasmar mis recuerdos de los hechos de los que yo mismo he sido testigo.
Basílica Nuestra Señora del Sagrado Corazón Issoudun Francia - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Después de las revelaciones de Nuestro Señor a la Virgen de Paray le Monial, Santa Margarita María, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se mantuvo bastante tiempo como patrimonio de un restringido número de almas privilegiadas. A duras penas comenzó a propagarse entre los fieles, en las parroquias, después de la Beatificación de la humilde visitandina a la que Jesús se dignó manifestar los tesoros de amor y misericordia. Hasta entonces raras eran las iglesias que tuvieran una imagen del Corazón de Jesús, y mucho menos un altar erigido en su honor.
Pidió al Papa poder llevar la misma sotana como él. El Papa se lo concedió pero la indicó que consultara al obispo de su diócesis. Este, de cara a los tiempos adversos, sugirió como hábito el de los sacerdotes pero con la insignia especial del Sagrado Corazón. La 1era insignia lleva escrito el lema de la Congregación: "Ametur ubique Cor Jesu Sacratissimum - Sea amado en todas partes el Sagrado Corazón de Jesus". Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Si durante la primera mitad del siglo 19, la devoción al Sagrado Corazón hizo verdaderos progresos, fue sobre todo, fue casi únicamente, en las Congregaciones Religiosas y por medio de almas escogidas que vivían en el mundo; pero en realidad era casi desconocida para la mayor parte del pueblo fiel. ¿De dónde provenía esta ignorancia? Digámoslo sin temor: La devoción al Corazón de Jesús no era enseñada bajo el falso pretexto de que sobrepasaba el alcance de los cristianos de a pie.
Siendo maravillosa en sí misma, era apropiada —se pensaba, y no podemos negarlo— para el claustro, para comunidades religiosas, pero de ninguna manera para los simples fieles a los que no parecía conveniente sobrecargar con prácticas de perfección no absolutamente indispensables para la salvación.
Basílica Nuestra Señora del Sagrado Corazón Issoudun Francia - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Confieso humildemente que nunca he compartido esta falaz distinción que durante tan largo tiempo ha tenido equivocados a buen número de sacerdotes muy celosos y muy estimables bajo otros puntos de vista. Gracias a Dios, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, éste prejuicio ha perdido su tiránica influencia y está tendiendo a desaparecer cada vez más. Pero, cuando, en 1854, nuestro Venerado Fundador puso las primeras base de su Congregación, estaba aún en todo su vigor. Muchas pruebas podríamos aportar a este respecto. Un simple hecho cuya exactitud puedo garantizar, bastará para confirmar lo que estamos afirmando.
En medio de sus tribulaciones Julio Chevalier visitó al Santo Cura de Ars que le aseguró que la Virgen María lo haría todo en su congregación. San Juan María Vianney le prometó a Julio Chevalier de acompañarlo con una novena pero la muerte lo obligará a contiuar la novena en el cielo. Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Fue en 1863. El P. Superior nos había encomendado el encargo de recorrer diversas diócesis con el fin de recaudar donativos de los fieles para continuar la construcción de la iglesia del Sagrado Corazón. Un sábado por la tarde, a mediados de otoño, llegué a Montluçon, recomendado por el Obispo de Moulins, Mons. DreuxBrezé, para visitar de su parte al arcipreste Rdo. Antonio Guillaumet. Me recibió con tanta benevolencia y cordial hospitalidad, que aún hoy, al cabo de cuarenta años, conservo fresca en la memoria. Durante la sobremesa, después de la cena, me pidió que dirigiera un fervorín a los hombres durante la Misa del día siguiente. Debo decir que esta Misa de los hombres era la obra predilecta de aquel verdadero hombre de Dios; en procurar su formación había empleado lo mejor de su vida pastoral y todo el empuje de su corazón de apóstol.
Nuestra Señora del Sagrado Corazón - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
El éxito había respondido a su esfuerzo hasta el punto de tener que decirles un día: "en otro tiempo he tenido que exhortaron a vencer el respeto humano para cumplir con vuestros deberes religiosos; y hoy creo que tengo que preveniros contra el peligro de acudir a confesaros o comulgar como arrastrados por el ejemplo de los otros, sino únicamente por Dios y por cumplir con vuestros deberes religiosos". Era verdaderamente un raro espectáculo en aquellos tiempos de indiferencia en los que era bien visto entre los hombres abstenerse de la asistencia a las ceremonias religiosas, ver a los feligreses de Montluçon llenar las amplias naves de Nuestra Señora sin que quedara un solo puesto libre. Así era la Misa de los hombres.
Julio Chevalier. Años más tarde, para recordar la fecha de la fundación, un pinto realizó este retrato. Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Acepté de buen grado su invitación y le dije: "Con mucho gusto hablaré a sus feligreses del Corazón de Jesús".
— "Oh, no, no! Del Corazón de Jesús no. Tome cualquier otro tema a su gusto, pero no les hable del Corazón de Jesús. Esta doctrina resérvala para la Misa Solemne".
Me dejó sorprendido semejante respuesta venida de aquel venerable sacerdote, tan piadoso, de celo tan ardiente, y por otra parte tan considerado por su Obispo y sus compañeros como un hombre de buen sentido y de ciencia teológica más que normal, e inquirí las razones que motivaban tan fuerte resistencia.
— "Por qué se resiste a que hable del Sagrado Corazón a estos buenos cristianos tan observantes de sus deberes religiosos? ¿No cree que también ellos deben conocer y amar al Corazón de Jesús? ¿No se dirigía a todos los hombres el Señor cuando decía a Santa Margarita María "he aquí este Corazón que ha amado tanto a los hombres"?
— "Sí, Padre, es cierto. Pero comprenda que nuestros asiduos a la Misa de hombres no son ni "teólogos" ni "devotos", sino simples fieles que cumplen estrictamente sus deberes religiosos y nada más. No podemos sobrecargarlos con "prácticas piadosas" y superfluas; sería exponerlos a abandonarlo todo".
Basílica Nuestra Señora del Sagrado Corazón Issoudun Francia - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Merece la pena destacar las tres palabras subrayadas en la respuesta: "Ni teólogos, ni religiosos, ni devotos". ¿No está bien claramente expresado el prejuicio de que estamos hablando? Equivale a decir: hay una categoría de cristianos a los cuales no conviene hablarles de la devoción al S.C. porque está reservada a las clases de élite; los simples fieles son incapaces de captar el lenguaje sublime de la caridad. Pensar así sería un gran error que ha privado durante demasiado tiempo a los pequeños y humildes de los beneficios prometidos a cuantos honran su Corazón. ¿No es el lenguaje más sencillo, el más accesible a todos el lenguaje del amor? Cualquier cristiano consciente de la vida de fe, aún el más sencillo e ignorante, se sentirá más cuestionado al escuchar los grandes misterios de la Pasión y Muerte del Señor, y la lógica consecuencia de cómo nos ha amado el Corazón de Jesús hasta la muerte. Ante esto, si queda aún en su alma una brizna de sensibilidad, si su alma conserva el más mínimo sentimiento de honradez, exclamará con San Juan, el apóstol del amor: "he de amar al Corazón de Jesús porque El me ha amado antes" (la. de Juan, 4,19). Este grito es un acto de reconocimiento y un acto de homenaje rendido al Corazón de Jesús; o en otras palabras un acto de devoción al mismo Adorable Corazón. No hay, pues, motivo razonable para negar a los simples fieles, a los pequeños y humildes los tesoros de misericordia y de gracia que el Corazón de Cristo quiere derramar sobre todos los que le honran. ¿No es precisamente a ellos a quienes ha prometido los más delicados favores?
Mientras todos estos pensamientos afluían a mi mente inundándola de luz, el Rdo. Guillaumet insistía en su argumentación para disuadirme de hablar del Corazón de Jesús.
Julio Chevalier - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Tuve que responderle:
— "Señor Arcipreste, me siento terriblemente apesadumbrado por tener que darle este disgusto precisamente en una ocasión en que soy su huésped, acogido y tratado con tanta amabilidad. Antes de salir de la Comunidad, he prometido que si me daban ocasión de predicar, sólo hablaría del Sagrado Corazón. Tengo que ser fiel a esta promesa. Siento el compromiso tomado que me priva de la satisfacción de complacerle. Sus feligreses no sólo no perderán nada, sino que ganarán mucho. Su elocuente palabra de párroco les será más provechosa que la mía. Sin embargo si usted se empeña a pesar de todo que yo hable en su lugar, lo haré, pero mi plática será sobre el Sagrado Corazón.
Al día siguiente, a la hora de empezar la misa, el señor arcipreste me mandó recado de que predicara. Yo obedecí.
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La atención, el recogimiento de aquel inmenso auditorio de hombres de todas las clases sociales, el interés que prestaba para oír hablar del Corazón de Jesús me demostró una vez más que no es necesario ser "ni teólogo, ni religioso, ni devoto" para degustar la devoción al Corazón de Jesús. Las almas sencillas, los pequeños, los humildes tienen todas las cualidades necesarias para beneficiarse de las gracias que nuestro Señor ha prometido a los que honran su divino Corazón.
Después de la misa el párroco se dignó darme las gracias añadiendo: "si yo hubiera sabido el modo con que usted iba a exponer un tema tan importante, no habría puesto ninguna dificultad en dejárselo exponer".
Julio Chevalier Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Mientras él me hablaba, yo pensaba para mí lo peligroso que es dejarse guiar por prejuicios, ya que su funesta influencia puede falsear las decisiones de los mejores hombres y los espíritus más rectos.
El padre Chevalier nunca admitió categorías de cristiano a las que hubiera que dejar en la ignorancia sobre el Sagrado Corazón. Todos, decía, deben amar a este divino Corazón; todos necesitan sus favores; por tanto tenemos que enseñar a todos. El no tuvo otro objetivo en todas sus obras que el promoverla por todos los medios.
Desde que entró en el seminario estuvo absolutamente convencido de que "esta devoción revelada por el mismo Señor a Santa Margarita María de Alacoque como el remedio a los males de una sociedad congelada por la indiferencia y devorada por una espantosa corrupción"[1] no había en realidad otro medio Más saludable para trabajar en la renovación de nuestras sociedades modernas que dedicarse a hacer conocer a todos los cristianos este divino Corazón y hacerle amar por todos sin ninguna excepción.
Por otra parte Pío IX, cuando recibió en audiencia al reverendo Padre la primera vez (1860), le había confirmado sin el menor titubeo en sus pensamientos diciéndole: "La Iglesia y la sociedad no tienen más esperanza que el Corazón de Jesús; el curará nuestros males".
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La palabra del Sumo Pontífice había sacudido de alegría el Corazón de nuestro Padre; había recogido de labios del Soberano Pastor como un oráculo; veía en él la seguridad de que el cielo agradecía sus piadosos proyectos. Desde que regresó quiso hacernos partícipes de su alegría repitiéndonos, no sin una profunda y dulce emoción, estas benditas palabras que nos recordaba frecuentemente para estimular nuestra devoción y nuestro celo.
No había un solo libro, ni una sola plática que agradara al piadoso San Bernardo si no encontraba en ellos el nombre de Jesús; nuestro Padre Fundador quería también que todo en nuestra vida, en nuestras obras, en nuestras pláticas, en nuestras iglesias. en nuestras ceremonias y en nuestras oraciones recordara el Corazón de Jesús que tanto ha amado a los hombres. Hubiera querido que todas las cosas llevaran la impronta de este bendito Corazón; sin ella le resultaba insípida.
De ahí proviene entre sus hijos la piadosa costumbre de comenzar todas las oraciones, todos los ejercicios, incluso de saludarse con esta invocación: "Amado sea en todas partes el S.C.J. como en algunas comarcas católicas se saludan diciéndose "alabado sea Jesucristo".
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De ahí el nombre de MSC dado a los miembros de su Congregación, nombre entrañablemente querido por nuestro Padre, que expresa con tanta precisión el objetivo que él se había propuesto en todas sus obras: el apostolado de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Quería que todas las comunidades se llamaran casas del Sagrado Corazón; que la imagen del Sagrado Corazón estuviera presente en todas las salas comunes y en cada habitación, junto con la de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y la de San José, Modelo y Patrono de los amantes del Sagrado Corazón. El Crucifijo y estas tres imágenes eran el único ornato que permitía en las paredes de las habitaciones. Todas las iglesias, capillas y oratorios pertenecientes a la Congregación deben tener como Patrono principal el Sagrado Corazón de Jesús, y, a ser posible, un altar dedicado aNuestra Señora del Corazón de Jesús y otro a San José, o por lo menos tener sus imágenes. Piadosa y conmovedora costumbre que nos demuestra el ardiente anhelo que consumía al Fundador y su entusiasmo por dar gloria por todas partes al Corazón de Jesús. La Basílica de Issoudun, que, después de su Congregación, fue la obra a la que el Padre consagró la mayor parte de sus desvelos, nos lo demuestra de manera palpable. ¡Cuánto amor derrochó en esta graciosa Basílica! i Con qué solicitud dirigió todos los trabajos! De ser posible, habría querido hacer de ella el más hermoso monumento de la tierra exigido en honor del Sagrado Corazón; por algo ha podido decirse de ella sin exageración que es "un poema a la gloria del Sagrado Corazón de Jesús y al honor de Nuestra Señora del Sagrado Corazón".
Julio Chevalier - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
"En efecto, allí está representado el Corazón de Jesús en las profecías que han revelado desde tantos siglos atrás los misterios de su amor, en los símbolos que lo han representado durante su vida mortal latiendo en el pecho del Hombre-Dios que enseñaba, curaba y perdonaba; en su vida dolorosa expresada en los grandiosos frescos de una Vía Crucis de excepcional belleza; en su vida gloriosa en el cielo y en los Santos que durante su vida en la tierra fueron favorecidos con gracias especiales o maravillosas revelaciones. Esta vida del divino Corazón se concentra en el Sacramento del altar; por esta razón, en esta Basílica todo converge en el Tabernáculo que es un Corazón de oro.
El amor del Padre Chevalier al Sagrado Corazón fue el que concibió este poema. El dirigió la ejecución no sólo en su conjunto, sino también en todos sus detalles.
El celo de la casa de Dios le consumía; por eso no retrocedía ante ninguna actividad que pudiera contribuir a enriquecer su esplendor, y, tratándose del Corazón de Jesús, su fe y su amor se agigantaban con nuevo impulso imposible de detener por obstáculos o dificultades. Sólo el imposible era capaz de paralizarlo.
Julio Chevalier - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Recuerdo que, allá en los comienzos, cuando se decidió a la construcción de la iglesia, su primera idea fue darle la forma de corazón.
Durante mucho tiempo acarició este proyecto con gran desesperación del arquitecto que no encontraba en las normas de la técnica o del arte los medios para su ejecución.
El Padre se consolaba mal que bien diciendo: "si tuviera dinero bastante, no pararía hasta encontrar un genio que fuera capaz de superar las dificultades y resolver el problema".
Este hermoso sueño, porque era un sueño, pronto se desvaneció. Un sueño que traducía perfectamente la idea que le obsesionaba por expresar con signos externos su devoción al Sagrado Corazón.
La rica ornamentación de la Basílica es la manifestación de aquel sueño, como es la rosa eclosión del capullo.
El esplendor de la casa de Dios absorbía su pensamiento, pero su legítima y santa ambición no se detenía ahí.
Julio Chevalier - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Es magnífico y laudable levantar ricos santuarios, ornamentarlos magníficamente para gloria de Dios; pero en realidad, estos monumentos no tienen valor a los ojos del Señor sino en cuanto representan un homenaje de corazones agradecidos, consumidos por su amor.
Jesús no vino en busca de bienes perecederos, pues El es el Dueño soberano de todos los contenidos en el mundo. Lo que busca, lo que pide es nuestro corazón: "hijo mío, dame tu corazón" (Prov. 23, 26).
No podía olvidar eso el P. Fundador, formado en la escuela de Santa Margarita María. Si había tomado para sí mismo y para los miembros de su Congregación el nombre glorioso de Misioneros del Sagrado Corazón, era precisamente con el loco deseo de entregarse sin medida a conducir las almas al Corazón de Jesús. Todo cuanto Nuestro Señor había pedido a la monja de Paray le Monial con este fin, todo cuanto podía contribuir a dar a conocer mejor al Corazón de Jesús, a amarle más, era un acicate que espoleaba su celo. Bien podía decir con el Apóstol San Pablo "me empuja el amor de Cristo".
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Veámoslo en su obra.
Nuestro Señor había pedido a Santa Margarita María propagar la imagen de su Divino Corazón, prometiendo bendecir las casas en que fuera honrada. El Padre Fundador sembró millones de ellas por el mundo.
Le encantaban las fiestas de la Iglesia; su deseo era que se celebraran con gran solemnidad de acuerdo con su categoría; pero cuando llegaban las del Sagrado Corazón, de Nuestra Señora del Sagrado Corazón o de Santa Margarita María, entonces no ahorraba esfuerzo para que se celebraran con el mayor esplendor posible: los mejores adornos, los cantos mejor ejecutados, riqueza en los ornamentos sagrados, magnífica iluminación, daban a estas solemnidades una brillantez particular. Ordinariamente iban precedidas por la predicación de un triduo, y el día de la fiesta encomendaba a algún orador sagrado de renombre hacer una alocución de profundo contenido durante la misa de Comunión o en la Reserva del Ssmo. Durante todo el día, desde la primera Misa hasta la tarde, quedaba el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración de los fieles. iQué sabrosas eran aquellas solemnidades! La población deIssoudun tenía a gala el prepararse con la confesión, completada con la Comunión reparadora de las injurias e ingratitudes hechas al Corazón de Jesús en el mismo sacramento de su amor. Los oficios de la tarde terminaban con el acto de desagravios hecho por el celebrante.
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Fue inmensa la alegría del Padre y gozoso su consuelo cuando comprobó el entusiasmo de los fieles para responder así al deseo de Nuestro Señor. Pero su celo aún no se daba por satisfecho. El amor nunca dice i basta!
Nuestro Señor había revelado a Santa Margarita María: "Te prometo en el exceso de mi misericordia que su amor todopoderoso concederá la gracia de la penitencia final a cuantos comulguen los nueve primeros viernes de mes seguidos; no morirán en su desgracia ni sin recibir los sacramentos, y que El será su asilo seguro en la hora postrera".
Durante mucho tiempo esta promesa de misericordia del Señor estuvo siendo ignorada por los fieles; yo no sé por qué miedo imaginario se temía hacerlo público. El Padre juzgó con muy buen criterio que, puesto que lo había comunicado, deseaba que fuera conocido por todos. Dio, pues, a conocer la divina promesa e invitó a las almas devotas del Corazón de Jesús a la Comunión de los Primeros Viernes, según las intenciones de Nuestro Señor.
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Su llamada fue escuchada. Cada mes se vio cómo aumentaba el número de comulgantes en la Basílica. Ese día había Exposición del Santísimo y la fiesta terminaba con la Bendición y el acto de desagravios. A la Comunión mensual se añadió pronto la del viernes de cada semana; más tarde la Comunión reparadora de cada día hecha por siete personas que se turnaban en el comulgatorio conforme a un orden establecido, e incluso por la misma persona admitida a la comunión diaria. Como complemento de estas prácticas piadosas, el Padre había establecido la laudable costumbre de celebrar otros ejercicios públicos en el mes del Sagrado Corazón.
La Madre Hertzer quien, junto con Julio Chevalier, fundó la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
De este modo se sucedían continuamente en la Basílica los homenajes al amor de Jesús por los hombres y actos de reparación para compensar las injurias y ultrajes inferidos a su infinita misericordia.
Esta fue la obra a la que nuestro Padre se consagró toda su vida y para la cual creó la Congregación de MSC. Y por muy grande, por muy importante que nos parezca, no era suficiente aún para su amor al Corazón de Jesús ni para el ardor de su celo.
[1] Palabras escritas por el Reverendo Padre en la primera página de las constituciones de la Congregación.
El P. Piperon MSC, uno de los colaboradores más fieles del Fundador - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
El P. Humberto Linckens MSC quien, bajo los auspicios del P. Fundador, fundó en Alemania la Congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón - Copyright: Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
Fuente:
https://www.religionenlibertad.com/nuestra-senora-del-sagrado-corazon-jesus-57043.htm
http://forosdelavirgen.org/100/nuestra-senora-del-sagrado-corazon-msc-ultimo-sabado-de-mayo/
http://www.mscperu.org/msc/nscc/Nssc150anios.htm
http://mscperu.org/msc/chevalier/ChevPip/07ChevPip.htm
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