UN SOLDADO SE PUSO DE PIE FRENTE A DIOS, LISTO PARA SU ULTIMA INSPECCIÓN, PRESENTÁNDOSE CON SUS ARMAS, LA HEBILLA DEL CINTO, SU INSTINTIVOS DE METAL Y SUS INSIGNIAS IMPECABLES...
Dijo Dios:
Un paso al frente soldado!
¿Como deberé juzgarte?
¿Fiel a la iglesia?
¿Diste tu otra mejilla?
El soldado con la mirada hacia bajo responde:
¡NO SEÑOR! Los que portamos el uniforme no siempre podemos.
La mayoría de los Domingos, cumplía una obligación de servicio y no asistía a la iglesia Señor.
He hablado de modo impuro y muchas muchas veces fui violento. Entienda Señor...
Mi mundo es muy duro. No tome nada ajeno que por derecho no fuese mio. Y cuando mejor cumplía con mi deber, mas me alejaba de mi familia y de Usted señor .
Señor llore por muchas cosas, por problemas que no eran mios, por camaradas que conocía y también por impotencia y dolor, siempre quise un mundo sin guerras ni combates...
¡POR QUE SE LO QUE SON!. Cometi errores y se bien que muchos jamas me quisieron cerca...
¡Salvo cuando sufrían algún problema y yo incondicionalmente me presentaba a ayudarlos!
Si hubiera un lugar para mi lo agradezco. Lujo no preciso y en caso que no haya... ¡SABRE ENTENDER SEÑOR!!
Señor, cualquiera sea su decisión, solo le pido que vigile con cariño y cuidado a aquellos que deje allá en la tierra. Porque ya no los podre proteger.
Un silencio absoluto se hizo alrededor del trono rodeado por ángeles.
El soldado, postrado, espera la orden del Señor.
Tu cuerpo me sirvió con Alma y Corazón, has cumplido con lo que mi hijo dijo: ¡No hay amor mas grande que el de aquel que da la vida por su projimo!
¡Fuiste escudo de ese projimo!
¡Viviste en pro de la vida!
¡Ve y anda en Paz por mi reino
¡El infierno fue tu mision... Y ya las has cumplido
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