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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, como debo obrar, para el bien de los hombres, de la iglesia y el triunfo de Jesucristo”.

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

8 de abril de 2019

PADRE FRANCIS SAMPSON, CAPELLÁN DE LA 101ª AEROTRANSPORTADA FUE QUIEN SALVÓ AL SOLDADO RYAN EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Pbro. Francis L. Sampson, Capellán
Saltó sobre Francia el Día D
Pbro. Francis L. Sampson, Capellán, fue capturado por los alemanes y estuvo en un campo de prisioneros, pero volvió al frente y sirvió luego en Corea y, ya retirado, en Vietnam.
Quien haya visto la serie de televisión Hermanos de sangre tiene una idea de lo que fue el Día D para la 101ª Aerotransportada.
Tomado en el '68 Vegas reunión, el general McAuliffe, Tony, el padre Francis Sampson y Guillermo'Bill'Garcia de 3/502. Estábamos asistiendo a la reunión de Fort Campbell, en agosto de 1975, cuando la noticia de la muerte desgraciada llegó el general McAuliffe. Foto cortesía de Bill Garcia.
Entre aquellos soldados que saltaron tras las líneas alemanas en Normandía aquel 6 de junio de 1944 figuraba el legendario capellán de la unidad Francis L. Sampson (1912-1996).
Major General Francis L. Sampson - 12th Chief of Chaplains of the United States Army
Su experiencia la recogió él mismo en unas memorias publicadas en 1958 (Look at Below: A Story of the Airborne by a Paratrooper Padre [Mira allá abajo: Una historia de la Aerotransportada escrita por un Padre paracaidista]).
EN BUSCA DEL SOLDADO RYAN
Fue a él, y no al personaje que interpreta Tom Hanks en Salvad al soldado Ryan, a quien días después las autoridades militares encargaron localizar en el frente a Fritz Niland, quien había perdido el Día D a sus tres hermanos. Las cartas con la noticia de la pérdida de sus tres hijos llegaron a la vez a su madre, como cuenta la película de Steven Spielberg. 
Caído en el desembarco de Utah Beach. Hubo pocas victimas.
El Padre Sam, como se le llamaba, le encontró en la denominada aquel día Utah Beach, y se encargó de su repatriación.
Utah Beach - 6 de junio 1944 - Primer ola de asalto que finalmente llega a la Playa Utah
Pero antes de eso, el padre Sampson había vivido el día del desembarco como un paracaidista más. 
No tengo una fecha en esta foto reencuentro, pero sospecho que fue tomada a finales de 1960, en una de las visitas de retorno del padre Sam de Vietnam. l. a r: el general Maxwell D. Taylor, el general Anthony C. McAuliffe, y el general (Padre) Francis L. Sampson, jefe de los capellanes en el ejército de EE.UU.. Fr. Sam era 501o capellán católico en WW2.
La colección de webmaster c / o George Koskimaki
Lo primero que hizo al tocar tierra fue buscar su kit de misa, que había perdido durante el salto bajo fuego enemigo. Le costó hacerlo en la oscuridad entre disparos y morterazos, pero lo logró.
Pbro. Francis L. Sampson, Capellán celebrando misa
LA UNIVERSALIDAD DE LA IGLESIA, EN LAS TRINCHERAS
Aunque ahí no acabaron sus cuitas. Esa misma jornada se topó en una granja, donde estaba atendiendo a varios heridos, con dos soldados alemanes. Le llevaron a punta de fusil a una carretera, aparentemente con la intención de fusilarle. Pero entonces apareció un tercer soldado alemán, quien evitó el crimen y le enseñó, con un gesto cómplice, una medalla.
Pbro. Francis L. Sampson, Capellán dando la extrema unción
"Fue agradable comprobar la universalidad de la Iglesia aquel día", confesó después Padre Sam, a quien aquel católico del obro bando salvó la vida. 
Insignia nacional e insignia de los oficiales capellanes.
También contó el hecho ("surrealista", confesaba) de que en los muchos momentos que en aquellas horas de pólvora y fuego pudo perder la vida, cuando quería hacer un acto de contrición... le salían las palabras de bendecir la mesa.
Pbro. Francis L. Sampson, Capellán
UNA IMPRESIONANTE HOMILÍA
Pocos días después celebró misa ante un grupo de enfermeras en una iglesia que había sido completamente bombardeada. Sólo habían quedado, en pie e intactas, dos paredes... y el Cristo y las imágenes de San Pedro y San Pablo, lo que todos los presentes consideraron un milagro.
Estola de campaña
Ante aquellas ruinas, el padre Sam pronunció esta homilía, breve como las arengas que imponía la hora:

  • "La imagen desnuda del galileo colgado en la cruz ha inspirado siempre amor y odio. Nerón quiso hacer de la cruz una imagen odiosa llevando a los cristianos a la muerte, denigrándoles, incendiando Roma con esas cruces humanas ardientes. Juliano el Apóstata dijo que conseguiría que el mundo olvidase al hombre de la cruz, pero en su agonía final tuvo que confesar: ´Has vencido, galileo´. Los comunistas prohíben su presencia porque temen su poder contra sus malvados designios. Hitler ha intentado sustituir la imagen de Nuestro Señor en la cruz por una estúpida esvástica. Invectivas, falsas filosofías, violencia... todo tipo de instrumento diabólico ha sido empleado para arrancar a Cristo de la cruz y el crucifijo de la iglesia. Sin embargo, como las bombas caídas sobre esta capilla, sólo han conseguido hacerla destacar cada días más. La imagen que amamos crece cada vez más en nuestro entendimiento por la vehemencia del odio de las malas gentes. Cada uno de nosotros tenemos esta sagrada imagen impresa en nuestra alma. Como esta capilla, somos templos de Dios. Y no importa que estemos destrozados por las bombas, la tragedia, las pruebas y los ataques: la imagen del crucificado se mantendrá si así lo queremos. Renovemos al pie de esta cruz nuestros votos bautismales. Y prometamos que Su imagen revestirá siempre nuestro corazón".
Imagen de Sampson prisionero en Stalag II-Pbro. Francis L. Sampson, Capellán
UNA HISTORIA DE LEYENDA
El padre Sampson fue capturado por los alemanes y pasó seis meses en un campo de prisioneros. Una vez liberado, volvió al frente e hizo lo que quedaba de Segunda Guerra Mundial con la mítica 101ª Aerotransportada. El célebre libro de Cornelius Ryan El día más largo, consagrado al desembarco de Normandía, habla por extenso de él.
Estuvo también en Corea, en 1967 fue nombrado jefe de los capellanes militares y, aunque ya se había retirado, no quiso dejar de atender a sus compañeros paracaidistas en Vietnam.
Capellán del Ejército Francis L. Sampson de Sioux Falls, SD, da la absolución a los paracaidistas estadounidenses muertos en acción, en Saint Marie Dumont, Francia, EE.UU. Foto del Ejército, 7 de junio 1944 (Tenga en cuenta que los cuerpos están envueltos en paracaídas)
El año que viene se cumple el centenario de su nacimiento y ya se están preparando homenajes y evocaciones de un hombre que dejó profunda huella en la historia militar estadounidense.
Frederick "Fritz" Niland el verdadero Soldadod Ryan
Quien haya visto la serie de televisión Hermanos de sangre tiene una idea de lo que fue el Día D para la 101ª Aerotransportada.

PREMIOS Y CONDECORACIONES
Distinguished Service Cross
V
Bronze Star (with valor device)
Bronze oak leaf cluster
Army Commendation Medal (with one bronze oak leaf cluster)
Purple Heart
Bronze oak leaf cluster
Bronze oak leaf cluster
Presidential Unit Citation (with two bronze oak leaf clusters)
Prisoner of War Medal
American Defense Service Medal
American Campaign Medal
Bronze star
Bronze star
European-African-Middle Eastern Campaign Medal (with arrowhead device and two bronze service stars)
World War II Victory Medal
Army of Occupation Medal
Bronze oak leaf cluster
National Defense Service Medal (with one bronze oak leaf cluster)
Bronze star
Bronze star
Bronze star
Bronze star
Korean Service Medal (with four bronze service stars)
French Croix de Guerre with Palm
Republic of Korea Presidential Unit Citation
United Nations Service Medal for Korea
Capellán del Ejército Francis L. Sampson 
Entre aquellos soldados que saltaron tras las líneas alemanas en Normandía aquel 6 de junio de 1944 figuraba el legendario capellán de la unidad Francis L. Sampson (1912-1996), cuya experiencia recogió él mismo en unas memorias publicadas en 1958 
(Look at Below: A Story of the Airborne by a Paratrooper Padre [Mira allá abajo: Una historia de la Aerotransportada escrita por un Padre paracaidista]).
Francis L. Sampson nació el 29 de febrero de 1912, en Cherokee, Iowa. Asistió a la Universidad de Notre Dame, se graduó en 1937 y después se inscribió en el seminario de Saint Paul, Minnesota. 
Francis L. Sampson
Francis Sampson.jpg
El general de división Francisco L. Sampson
12 Jefe de capellanes del ejército de Estados Unidos
Nacido29 de febrero 1912Cherokee , Iowa
Murió28 de enero 1996 (83 años)de Sioux Falls , Dakota del Sur
Lugar de descansoSanta Catalina CementerioLuverne , Minnesota
Lealtad Estados Unidos de America
Servicio / ramaEmblema del Departamento del Army.svg Estados Unidos Ejército de Estados Unidos
Años de servicio1942 - 1971
RangoEE.UU.-O8 insignia.svg El general de división
Comandos celebradaEjército de EE.UU. Cuerpo de Capellanes
Batallas / guerrasSegunda Guerra Mundial 
Guerra de Corea 
Guerra de Vietnam
PremiosDistinguido ribbon.svg Servicio Cruz Cruz de Servicio Distinguido 
BronzeStarV copy.jpg Estrella de Bronce ( V )Medalla de Encomio del Ejército
Medalla de Encomio del Ejército ribbon.svg
Se ordenó en el sacerdocio católico romano en Des Moines, Iowa. Tras su ordenación, el padre Sampson sirvió por poco tiempo como sacerdote de parroquia en Neola, Iowa, y también impartió clases en el instituto de Dowling en Des Moines. Luego de que su obispo, el reverendo Gerald Bergan, le diera permiso, ingresó en el ejército de los Estados Unidos como capellán. 
Hizo el curso de instrucción en la escuela de capellanes en Harvard, de una duración de un mes y luego continúo con su carrera en el ejército, en Camp Barkley, Texas. 
Basic training, Camp Barkeley
A principios de 1942, lo nombraron Primer Teniente. Después tomo una decisión y se alistó en el 501º Regimiento de Paracaidistas de la 101º División Aérea como capellán del mismo.
Esta decisión, tal como escribió él mismo posteriormente, fue tomada desde el desconocimiento. “Como un hombre de negocios pequeños, comenzando en una ciudad extraña”, admitió, “estaba dispuesto a unirme a cualquier cosa con base en un puro sentido del deber cívico”. 
Capellán del Ejército Francis L. Sampson (Derecha de la foto)
“Si hubiera sabido previamente lo que implicaba ser un capellán paracaidista”, confesó, “habría hecho una elección diferente”. 
“Francamente, cuando me alisté en el Regimiento de Paracaidistas no sabía que los capellanes tendrían que saltar desde un avión en pleno vuelo. 
Si lo hubiera sabido de antemano, y particularmente si hubiera estado al tanto de las torturas de cuerpo y mente que nos esperaban en Fort Benning, para aquellos que pedían las codiciadas alas del paracaidista, estoy seguro de que habría hecho oídos sordos ante el reclamo de capellanes aéreos. Sin embargo, una vez alistado, mi orgullo me impidió retirarme. Además, los paracaidistas son la tropa élite del ejército, y ya había comenzado a disfrutar del prestigio y el glamour que conlleva la pertenencia a tal equipo."
Los días previos al Dia –D, mientras los soldados de la 501º pueden haber tenido a su capellán como una figura fresca y heroica, Sampson recordó que en aquellos días entre la euforia de querer saltar, "Ningún par de rodillas temblaban más que la mía, ni corazón cada vez late más rápido en tiempo de peligro. " Pero durante la invasión de Francia, en el verano de 1944, fue cuando la historia del capellán Sampson comenzó a tomar un rumbo a leyenda. 
Lawrence Critchell, en su libro “Four Stars of Hell”, lo describió como “uno de los oficiales más respetados y queridos en el regimiento”, mientras que S. L. A. Marshall en “Night Drop”, describe a Sampson como “un hombre jovial y muy querido por todo el regimiento”. 
Sus hazañas fueron registradas por John Eisenhower en “The Bitter Woods”
y también por John Toland en “Battle”
 y “The Last Hundred Days”.
UN RELATO SUYO DEL 6 DE JUNIO DE 1944
“Cuando yo toqué suelo, lo primero que hice fue sacar mi cuchillo para separar mi equipo que estaba enredado en mis piernas. Eran bolsas llenas de material de primeros auxilios, una Biblia y aceite para ungir a los moribundos. Una ráfaga de aire hizo que mi paracaídas se extendiera y me arrastrara unos 30 o 40 metros en un área inundada aunque no muy profunda. 
Capellán del Ejército Francis L. Sampson celebrando misa
El ruido intenso de armas automáticas era ensordecedor, a tientas mis manos bajo el agua sacaban mis bolsas con el equipo, y el agotamiento era tal que decidí tomar un poco de aliento. Un poco repuesto me dirigí hacia donde había varios de los míos. A lo lejos ardían dos planeadores y justo en ese momento se estrellaba un avión de nuestra fuerza aérea. Recé por su tripulación deseando que sobrevivieran.
Padre Francis L. Sampson
Mi grupo se dirigió a una granja cercana, ahí dentro había más de 20 heridos y algunos muertos. Inmediatamente me puse a ayudar a los lesionados. La batalla afuera era fuerte, y con gran tristeza pude ver los cadáveres de una mujer, la dueña de la granja, y de su pequeña hija, alcanzadas por trozos de metralla. Más tarde las cosas empeoraron para los que estaban gravemente heridos pues yo como capellán estaba limitado en mis conocimientos sanitarios, y muchos de ellos necesitaban ayuda especializada. 
Alguien me dijo que en Adderville estaban unos médicos en un puesto de mando improvisado, así que tomé la decisión de dirigirme hacia allá. No era mucha la distancia, sin embargo como yo no cargaba armas no había manera de defenderme aunque portaba mi identificación oficial de sacerdote. Al llegar a ese lugar observé también la gran cantidad de heridos. Me presenté con un oficial de nombre Allen, quien hablaba a través de un radio SCR 300; él renegaba y discutía con alguien pero al final sólo dijo fuertemente: "¡Si señor! ¡Inmediatamente señor!". Le dije de nuestra situación en la granja y me respondió que acababa de recibir órdenes de moverse de Adderville, que a él le parecía una posición elevada estratégicamente buena, pero debía obedecer órdenes superiores de retirarse. Necesitaba que le diera la ubicación exacta de la granja para decidir que podía hacer.
General Kinnard with father Sampson
Él decidio ayudar a los heridos, trasladándolos con los heridos de Adderville, y en los casos en que no pudieran caminar serían dejados con una bandera blanca junto a los heridos graves de Adderville. Entonces tomé la decisión de quedarme en Adderville junto a los heridos de mayor gravedad. Hablé con los médicos y me mostraron la situación: Había, un joven sin pierna ya que le estalló una granada que no pudo lanzar, alguien con el rostro desfigurado, muchos fracturados, entre otros. 
Hemanos Niland
Me dejaron algunas vendas, chocolate en polvo e instrucciones sobre los heridos más prioritarios. Antes de marchar escogieron al azar a un asistente sanitario para que se quedara conmigo y se fueron. Pasé gran parte de mi tiempo elevando oraciones en grupo con quienes podían hacerlo. A las 4:00 AM, el joven sin pierna falleció en mis brazos; fue todo muy tranquilo, parecía que dormía como un bebé.
"Fritz" Niland
Al amanecer llegaron los primeros alemanes, paracaidistas por sus uniformes. Me entregué con una bandera blanca frente a la edificación y fui maltratado con gran rudeza. En un momento dos soldados me pusieron contra la pared para ser fusilado. 
Father Sampson
Recuerdo que estaba tan asustado que en lugar de recitar un acto de contrición, la oración habitual para el perdón de los pecados, me repetía la bendición católica antes de las comidas: "Bendice, Señor, y estos tus dones, que están a punto de recibir a través de tu generosidad por medio de Cristo Nuestro Señor, Amén". 
En ese momento un suboficial alemán católico me salvo de un fusilamiento seguro, y me escolto hasta un puesto de inteligencia cercano. Allí un joven oficial con uniforme elegante y de gran distinción, y en un inglés quebrado y auxiliado por otro soldado comenzó a interrogarme.
La iglesia de Angoville aún conserva muchas manchas de la sangre que ahí derramaron soldados alemanes y norteamericanos Kenneth Moore/US Army 
Cuerpo de Sanidad
Le expliqué que era sacerdote y me hizo mostrarle a todos los heridos, incluso tuve que quitar los vendajes para que viera las heridas. Me dijo que no podía tomar prisioneros y menos estando lesionados. Sabiendo de casos así que terminaron muy mal, me entró un gran miedo por mí y los nuestros. 
Planeador aliada que desembarcó-accidente durante las primeras etapas de la invasión de Francia, cerca de Hiesville. 06 de junio 1944
Pudo haber sucedido lo peor, sin embargo con una discreta cordialidad y mirándome a los ojos me dijo que tuviéramos mucha precaución, que se retiraban. Le agradecí. Algunos de los heridos murieron, pero los otros lograron, junto a mi y al asistente sanitario, llegar al hospital en Hiesville.”
Mrs Burns, Bob Burns 101th, me, Father Sampson and Irid Eitreim 101th AB.
Luego de que lo liberaran los alemanes, Sampson pudo llegar a la Estación de Ayuda, y después de una serie de llamadas recibieron ayuda de las tropas estadounidenses. En este punto, Francis se encontró no sólo a los soldados heridos aliados, sino también a las tropas alemanas que habían sido llevados a la estación. 
Distinguished Service Cross
US-DSC-OBVERSE ONE.png
Diseño actual de la Cruz por Servicio Distinguido.
Otorgada por el Ejército de Estados Unidos
TipoMedalla
Otorgada porExtraordinario heroismo pero que no justifica laMedalla de Honor. Los actos deben ser tan notables y entrañar un riesgo para la propia vida de manera que el individuo destaque sobre sus compañeros.
EstadoSe entrega actualmente
Estadísticas
Primera otorgada2 de enero de 1918
Otorgadas totales13.400 aprox.
Precedencia

Siguiente mayor Igual
Medalla de Honor

Cruz de la Armada
Cruz de la Fuerza Aérea
Siguiente menor

Medallas por Servicio Distinguido: Defensa,EjércitoArmadaFuerza AéreaGuardacostas
Distinguished Service Cross ribbon.svg

(cinta de la Cruz por Servicio Distinguido)
El capellán recibió la Cruz de Servicio Distinguido, una de las condecoraciones militares estadounidense más altas, por sus acciones durante estos días.
El capellán Sampson siguió con su regimiento, luego de sus hazañas en Normandia, y se le encargo una misión que luego se transformaría en una historia admirable:
Imagen de Sampson prisionero en Stalag II
El sargento Frederick "Fritz" Niland (1920-1983), de la Compañía H, 501º Regimiento de Infantería, 101ª División Aerotransportada, tenia otros dos hermanos que también lucharon en la 2ª Guerra Mundial, aunque en diferentes Regimientos Estadounidenses. 
Luego de recibir la notificación del fallecimiento de ambos hermanos, el Ejercito le encargo al Capellán Francis Sampson, garantizar el retorno de Niland a Estados Unidos. 
Fritz fue enviado de vuelta a Inglaterra y, luego, a los EE.UU., donde se desempeñó como MP en Nueva York hasta la finalización de la guerra. Frederick recibió una Estrella de Bronce por su servicio.
NOTA:
Los hermanos Niland fueron cuatro hermanos estadounidenses de Tonawanda, Nueva York, que sirvieron en las fuerzas armadas durante la Segunda Guerra Mundial. Dos de ellos sobrevivieron a la guerra, pero durante un tiempo se creyó que sólo uno, Frederick Niland, había sobrevivido. Frederick fue enviado de vuelta a los Estados Unidos para completar allí su servicio, y posteriormente descubrió que su hermano Edward, dado por muerto, estaba en un campo de prisioneros de guerra japonés en Birmania. La película de Steven Spielberg Saving Private Ryan está basada en la historia de estos hermanos.
Los cuatro hermanos eran:
Lápida de Preston T. Niland en el cementerio estadounidense cerca deColleville-sur-Mer,Normandía, Francia.
Una curiosidad de este hecho, en el que obviamente se inspira la película “Rescatando al Soldado Ryan” es que Fritz era amigo intimo de Warren Muck y Donald Malarkey, de la Compañía E, 506º Regimiento de Infantería Paracaidista, 101 ª División Aerotransportada ( "Easy Company"). 
Warren Muck
Ambos, Muck y Malarkey, ocuparon un lugar destacado en la miniserie “Band of Brothers”.
Donald Malarkey durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego de sus andanzas por Francia, el capellán Sampson, saltó en Holanda, donde casi fue capturado por segunda vez. A principios de diciembre de 1944, el 101º se tomo un merecido descanso de los combates en un pequeño pueblo francés en las afueras de París. El resto del mes iba a ser tranquilo, pero el asalto por sorpresa de las fuerzas alemanas a través de las Ardenas, inicia lo que iba a ser llamado la Batalla de las Ardenas. 
El general Eisenhower ordenó a ambas Divisiones, la 82º y la 101º, defender el frente. 
Eisenhower con US paracaidistas del Regimiento de Infantería de Paracaidistas 502a , 101a división aerotransportada , el 5 de junio de 1944, el día antes del Día D invasión
Su destino era una pequeña aldea cerca de Bastogne. En la confusión de los combates, Sampson fue tomado prisionero el 19 de diciembre. Esta vez no habría una rápida solución a su difícil situación. Fue encerrado en un tren durante seis días sin comida ni agua, y este fue atacado, en intervalos, por aviones norteamericanos. El tren llego a Stalag II, que se encuentra al norte de Berlín, cerca de la ciudad de Neubrandenburg. Una vez allí, el capellán Sampson, fue encarcelado. A petición de él, se le permitió permanecer en la cárcel de hombres alistados, en lugar de la prisión de oficiales políticos.
Imagen de Sampson prisionero en Stalag II
En la medianoche del 28 de abril de 1945, los tanques rusos pertenecientes a las fuerzas del 2º Frente Bielorruso a mando del Mariscal Konstantin Rokossovskiy invadieron el campamento, liberando a los prisioneros, y poniendo fin a los cuatro meses de prisión en el crudo invierno alemán, que sufrió Francis Sampson.
El Mariscal de la Unión Soviética Konstantín Konstantínovich Rokossovski
En los años siguientes cumplió una serie de puestos importantes:
- Fue capellán del regimiento de la 187º Aerotransportada, de 1947 a 1951. Como capellán de esta División, Sampson se encontró en la caída masiva en el aire de Corea, cerca de Sukch'on y Such'on, al norte de la capital de Corea del Norte de Pyongyang. Esta Operación tenia como objetivo rescatar a los prisioneros de guerra estadounidenses que se suponía que sería trasladados hacia el norte en la retirada comunista, al mismo tiempo que cortaban la retirada de los funcionarios y las tropas de Corea del Norte.
Fue enviado a casa en 1951. 
- Francis se desempeñó como instructor de capellanes en la Escuela de Fort Slocum, Nueva York, hasta 1954. 
- Luego se desempeñó como capellán de la 11ª División Aerotransportada, entre 1955 y 1958. 
- Fue ascendido a coronel en 1961, y se desempeñó como capellán del Séptimo Ejército de 1962 a 1965. 
- Luego trabajo como el Capellán Mayor de la USCONARC en 1965. 
- Al año siguiente fue nombrado Jefe Adjunto de Capellanes de la Armada de los Estados Unidos y fue promovido al rango de General de Brigada.
Father Sampson
El capellán Sampson se encontraba en un papel alejado de su experiencia anterior como capellán de campo. Ahora estaba en el centro de poder y la responsabilidad, en medio de una guerra cada vez más controvertida e impopular, Vietnam. Con la jubilación de Charles Brown como jefe de capellanes en julio de 1967, Sampson le sucedió en ese cargo. En ese momento, con 55 años de edad y un veterano de 25 años de experiencia del Ejército, Sampson fue una elección popular.
Father Sampson
El nombramiento de Francis L. Sampson pudo haber parecido a muchos, como un intento para rescatar la imagen de la capellanía. Sampson, después de todo, era un heroe de guerra, muy condecorado por sus acciones en la Segunda Guerra Mundial y en el conflicto de Corea. Tenía la Cruz por Servicio Distinguido por su valor en Europa y sus hazañas han sido presentadas en tres programas de televisión nacional. Además de eso, había escrito dos libros, numerosos artículos para revistas, y fue un gran atleta que había ganado siete campeonatos de tenis del Ejército regional durante su carrera.
TOMAHAWK infantería del 4 º Batallón (mecanizada), 23d Infantería escuchan como jefe de los capellanes del Ejército, el general Francis L. Sampson dedica la nueva capilla Tomahawk al fuego Support Base Rawlins. Sampson estaba en una gira de Vietnam. (Foto por Gary SP4 Sciortino)
Su servicio como Jefe de Capellanes de 1967 a 1971, se caracterizó por una verdadera autoestima personal para llamar al capellán y un profundo respeto por la profesión de soldado. Ocupó el puesto de Jefe, en medio de estos tiempos difíciles, y se llenó de sólidos logros. 
Para asegurarse de que sus decisiones y orientaciones se basan en los problemas reales que enfrentan los capellanes, mantuvo un diálogo abierto y permanente con oficiales y soldados a través de un programa de visitas del personal a cada Comando Mayor del Ejército en todo el mundo. 
PADRE FRANCIS SAMPSON
Como resultado de estas observaciones, mantuvo una conciencia realista de las actividades del Ejército y proporciono una evaluación profesional y continua para el Jefe Adjunto del Estado Mayor de Personal, el Jefe de Estado Mayor, y otros miembros interesados del Departamento de Estado Mayor del Ejército.
Pero esta época fue muy diferente a la de la Segunda Guerra Mundial, y el capellán Sampson se encontró con problemas del Ejército como el abuso de drogas, tensión racial, y el cambio de estilos de vida. 
PADRE FRANCIS SAMPSON
Como Jefe de Capellanes, pronunció un discurso en 1970, en la que dijo que estaba " orgulloso de los soldados de hoy, francamente, son incluso mejores soldados en la mayoría de maneras que sus padres eran". También agregó que así como en 1941-45 se intentó tratar con las almas de los hombres, también nos adentramos en 1971 con la toma de conciencia con la que nunca antes nos hemos enfrentado.
Unos meses antes de su jubilación como Jefe de Capellanes, el 31 de julio de 1971, Sampson, pronunció un discurso, que en parte refleja la filosofía que aprendió siendo tanto capellán de campo, como Jefe de Capellanes.
Francis L. Sampson
  • "En la vida civil muchas personas entienden la misión militar. He hablado en varias universidades y han sido impugnados por este malentendido. Me han preguntado cómo puedo usar el uniforme que simboliza la guerra y también llevar la cruz, sobre él, que simboliza la paz. Uno podría pensar que se debe encontrar la respuesta a la pregunta que propone"
  • "Es muy fácil para mí decirles que, por ley y los estatutos, la misión de los militares de los Estados Unidos es, en primer lugar, preservar la paz. En segundo lugar, para velar por la seguridad de nuestro país, sus fronteras y la seguridad interna. Y en tercer lugar, para aplicar la política nacional en lo que respecta a los tratados de paz con las naciones amigas que por sí mismas no pueden repeler la agresión de los vecinos codiciosos."
  • "No veo nada en esta misión que no apela a los más altos ideales de un hombre, independientemente de su religión. De hecho, fue el Cardenal O'Neal, quien una vez dijo que si no hubiera sido sacerdote, seguramente habría tenido que ser un soldado, porque ambos están llamados a las cosas iguales, es decir, la preservación de la paz, el establecimiento de la justicia cuando se ha perdido, y la prestación de la seguridad con la protección de los débiles y los inocentes".
Sus palabras son un testimonio de su instalación en un período de treinta años de carrera memorable, tanto como soldado como también capellán.
Falleció el 28 de Enero de 1996, y fue enterrado en el St. Catherine Cemetery, en New Jersey 
Todo empezó hace casi cincuenta y cinco años cuando un joven y recién ordenado sacerdote, el padre Francis L. Sampson obtuvo permiso de su obispo, para ingresar en el ejército de los Estados Unidos como capellán. Fue en la universidad de Harvard, aunque parezca extraño, donde realmente comenzó su odisea; porque fue allí donde los nuevos capellanes del ejército recibieron su preparación inicial de entrada en la capellanía del ejército de los Estados Unidos durante la mayor parte de la 2º Guerra Mundial. Tras terminar el curso de un mes de duración, el capellán Sampson se hizo voluntario para una misión aérea. Fue una decisión que condicionaría el resto de su vida. 
Pbro. Francis L. Sampson, Capellán
También fue una decisión, tal como escribió él mismo posteriormente, que fue tomada desde el desconocimiento. “Como un entusiasta ejecutivo joven, empezando en una ciudad extraña”, admitió, “estaba dispuesto a unirme a cualquier cosa con base en un puro sentido del deber cívico”. 
Segunda Guerra Mundial
WW2Montage.PNG
De izquierda a derecha de arriba abajo: tropas de la Commonwealth en el desierto; civiles chinos siendo enterrados vivos por soldados japoneses; un submarino alemán siendo atacado; fuerzas soviéticas en el centro deStalingrado tras la capitulación alemana en la ciudad; tropas soviéticas en Berlín; aeronaves japonesas a punto de despegar de un portaaviones.

Fecha1 de septiembre de 1939-2 de septiembre de 1945 (6 años, 1 día)
LugarTodos los continentes y océanos, pero especialmenteEuropaÁfrica del Norte,Extremo OrienteAtlántico Norte y Océano Pacífico.
Casus belliInvasión alemana de Polonia
ResultadoVictoria completa de los aliados con rendición incondicional de todas las potencias del Eje.
Consecuencias
Cambios territoriales
Si hubiera sabido previamente lo que implicaba ser un capellán paracaidista, confesó, habría hecho una elección diferente. 
"Francamente, cuando me alisté en los paracaidistas no sabía que los capellanes tendrían que saltar desde un avión en pleno vuelo. Si hubiera sabido esto de antemano, y particularmente si hubiera estado al tanto de las torturas de cuerpo y mente que nos esperaban en Fort Benning para aquellos que pedían las codiciadas alas del paracaidista, estoy seguro de que habría hecho oídos sordos ante el reclamo de capellanes aéreos. Sin embargo, una vez alistado, mi orgullo me impidió retirarme. Además, los paracaidistas son la tropa élite del ejército, y ya había comenzado a disfrutar del prestigio y el glamur que conlleva la pertenencia a tal equipo."
Francis L. Sampson nació el 29 de febrero de 1912, en Cherokee, Iowa. Asistió a la Universidad de Notre Dame, se graduó en 1937 y después se inscribió en el seminario de St. Paul, en Saint Paul, Minnesota. Se ordenó como sacerdote en Des Moines, en la diócesis de Iowa, el 1 de junio de 1941. Tras su ordenación, el padre Sampson sirvió por poco tiempo como sacerdote de parroquia en Neola, Iowa, y también impartió clases en el instituto de Dowling en Des Moines. Ingresó en el ejército a principios de 1942, le nombraron primer teniente y comenzó su carrera en el ejército en Camp Barkley, Texas. 
Capellán del Ejército Francis L. Sampson (Izquierda)
Pasó el mes de enero de 1943 en instrucción en la escuela de capellanes. Después se alistó en el 501 regimiento de paracaidistas de la 101 división aérea como capellán del mismo y siguió siéndolo durante el transcurso de toda la guerra. 
Fue durante la invasión de Francia, en el verano de 1944, cuando la historia del capellán Sampson comenzó a tomar un cariz de leyenda. Lawrence Critchell, en su libro Four Stars of Hell, le describió como “uno de los oficiales más respetados y queridos en el regimiento”.
Día D. 6 de junio de 1944.
Todo empezó el día-D, 6 de junio de 1944. Mientras que los soldados del 501 consideraban a su capellán como una figura tranquila y heroica, el capellán Sampson recordaba que en esos primeros días entre los setos de Normandía, “no había rodillas que temblaran más que las mías ni corazón alguno que latiera más rápido en los momentos de peligro”.
Quién que haya visto la película Rescatando al soldado Ryan (1998) , de Steven Spielberg, no se emocionó con la actuación de Tom Hanks en el papel del capitán John H. Miller, que –tras el desembarco en Normandía– recibe la orden de buscar a un soldado y enviarlo de regreso a los Estados Unidos porque su vida no debía correr riesgo luego de que su madre perdiera en la guerra a sus otros tres hijos. Y que, hacia el final del filme, llega a ofrendar su vida para que el soldado se salve. Pues bien: ahora se sabe que el verdadero salvador de Frederick “Fritz” Niland –la identidad real de Ryan– fue un capellán militar, Francis L. Sampson.

El filme plantea que el capitán Miller encara una ardua búsqueda. Pero, en la realidad, fue Fritz quien se contactó en el campamento con el padre Sampson a los pocos días del desembarco en las costas francesas. Fue luego de enterarse de que su hermano Robert –que también se había lanzado en paracaídas– había muerto y quería que lo ayudara a encontrar su cuerpo, que aparentemente estaba en un cementerio cercano. Pero en la lista de inhumados no aparecía su nombre sino el de otro hermano, Preston. Finalmente no sólo hallaron la tumba de Robert: Sampson descubrió que un tercer hermano había desaparecido luego de que su avión fuera derribado por los japoneses.
Al comunicarle esta última noticia, Sampson cuenta que Fritz comenzó a repetir: “¿Qué hará ahora? ¿Qué será de ella?”. Hablaba de su madre. El sacerdote le respondió que la mujer aún lo tenía a él y haría todo lo posible para repatriarlo. Y lo logró. Tras el reencuentro con sus padres –la madre no era viuda como aparece en la película– Fritz sirvió en una unidad acantonada en Nueva York. Al final de la guerra la familia recibió una sorpresa: el hijo supuestamente abatido por los japoneses había sobrevivido.
Si bien el padre Sampson no corrió riesgos para conseguir la vuelta de Fritz, sí los tuvo por otras situaciones. En su salto en paracaídas en el crucial Día D perdió su kit de misa y, en vez de ponerse a cubierto, se abocó a buscarlo en medio de la oscuridad, entre disparos y morterazos, hasta que lo encontró. Horas después, cuando atendía a unos heridos en una granja, fue detenido por soldados alemanes, que lo pusieron contra una pared con la aparente intención de fusilarlo. Sólo la aparición de otro soldado alemán que se percató de que era sacerdote, evitó su muerte.
El padre Sampson pasó 6 meses en un campo de prisioneros. Pero no se dio por vencido. Una vez liberado, volvió a la Aerotransportada. Años más tarde, estuvo en la guerra de Corea y en 1967 fue nombrado jefe de los capellanes militares de los Estados Unidos. Y –ya retirado– llegó a asistir a los paracaidistas que actuaron en Vietnam. En el célebre libro de Cornelius Ryan, “El día más largo”, las peripecias del cura ocupan varias páginas.
http://elalfaylaomega-elprograma.blogspot.com.ar/2011/11/pbro-francis-l-sampson-capellan.html
SALVANDO AL SOLDADO RYAN (LA HISTORIA REAL) 
Para aquellos que nunca la han visto es una película de guerra estadounidense de 1998 dirigida por Steven Spielberg.
Es destacable precisar que esta película recaudó en taquilla, solamente en Estados Unidos, 216 millones de dólares. A 13 años de su estreno, aún es considerada por muchos como la mejor película bélico-dramática que se ha hecho, gracias a la magia de Steven Spielberg quien durante toda su vida había soñado con realizar un proyecto como éste.
La historia narra como el capitan John H. Miller (Tom Hanks) luego del desembarco de Normandia en la segunda guerra mundial le es encomendada la dificil misión de encontrar al soldado James Francis Ryan quien se encuentro en territorio enemigo, para llevarlo de nuevo a su casa sano y salvo debido a la muerte de sus tres hermanos tambien en la guerra y no dejar sola a su madre quien adicionalmente es viuda.
Sin embargo detras de esta excelente obra de Steven Spielberg hay una historia de la vida real de la cual se inspiro una buena parte del guion de la pelicula y que hoy quiero compartir con ustedes.
LA HISTORIA REAL
Según los registros históricos, en el Estado de Nueva York, en la localidad de Tonawanda, ubicada al norte de la ciudad de Buffalo, el matrimonio conformado por Michael y Augusta Niland, vio surgir a cuatro hijos: Edward (nacido en 1912), Preston (1915) Robert (1919) y Frederick (1920). Estos se educaron según las tradiciones familiares graduándose del Canisius College. Preston asistió a la Universidad de Buffalo. 
Antes que Estados Unidos entrara en guerra con las potencias el Eje, Preston y Robert, se enlistaron para cumplir el servicio militar. Posteriormente, y una vez estallado el conflicto armado, Edward y Frederick se enlistaron como voluntarios durante el mes de Noviembre de 1942. 
Frederick "Fritz" Niland el verdadero Soldadod Ryan
Como resultado de la tragedia vivida por los hermanos Sullivan, el Alto Mando del ejército establece que aquellos grupos de hermanos enlistados no deben formar parte de una misma unidad. Por esta razón, los hermanos son destinados a distintas unidades. 
Edward Niland, Sargento técnico (radio-operador y artillero) de la Fuerza Aérea del Ejército, destinado al teatro de Guerra del Pacífico. 
Preston Niland, Teniente, destinado al Regimiento de infantería Nro 22, encuadrado en la 4ta División de Infantería. 
Robert Niland, Sargento Técnico, destinado al Regimiento 505, perteneciente a la División Aerotransportada 82. 
Frederick “Fritz” Niland, Sargento, destinado al Regimiento 501, perteneciente a la División de Aerotransportada 101. 
Luego de un período intenso de instrucción en sus respectivas unidades, estaban listos para enfrentarse a los enemigos de su país. 
JUNIO DE 1944: UN MES TRÁGICO PARA LA FAMILIA NILAND
En la tarde del 6 de junio de 1944 (aunque algunas fuentes indican el 8 de junio), Michael y Augusta Niland, reciben un telegrama donde se les informa que desde el 20 de Mayo de 1944 (otras fuentes indican el 16 de mayo), Edward, su hijo mayor, ha sido reportado como desaparecido en acción y posiblemente muerto, ya que el bombardero B-25 en el que servía había sido derribado por los japoneses sobre Burma. 
Iniciada la invasión de la fortaleza europea (D Day) por parte de las fuerzas aliadas, Robert y Frederick, ambos pertenecientes a las divisiones aerotransportadas 82 y 101, son lanzados tras las líneas alemanas. Robert, murió el mismo día D (6 de Junio de 1944) en la localidad francesa de Neuville-au-Plain. 
Tumbas de Preston Niland (en primer plano) y de Robert Niland (a la izquierda)
Preston Niland, que había desembarcado en la Playa Utah, murió como consecuencia de las acciones bélicas emprendidas para consolidar las cabezas de playa en las cercanías de la Playa Utah, el día 7 de Junio de 1944. 
La familia Niland recibió la noticia de la muerte de Preston el miércoles 21 de Junio de 1944. Al día siguiente (jueves 22 de junio), llego un tercer telegrama anunciando la muerte de Robert. 
Frederick "Fritz" Niland, el "único sobreviviente", en la madrugada del Día D, había "aterrizado" en Raffoville, al sudoeste de Carentan. Junto con los miembros de su compañía, se abrieron paso hacia Carentan para unirse al resto de su División (11 de Junio de 1944).
Frederick "Fritz" Niland el verdadero Soldadod Ryan
Días después, Frederick recibió la noticia de la muerte de su hermano Robert. El Capellán del regimiento 501, Teniente Coronel Francis Sampson, en su libro de memorias titulado "Look Out Below", indica que un soldado joven de nombre Frederick Niland fue a verle muy preocupado. El comandante de la compañía donde servia su hermano Robert, le había indicado que éste había muerto, habiendo sido enterrado en el cementerio de Sainte-Mère- Eglise. Ambos (Sampson y Noland) fueron hacia ese poblado, y en la lista del cementerio no encontraron el nombre de Robert, sino el de su hermano Preston.
Teniente Coronel Francis Sampson. El verdadero Capitan Miller
El capellán Sampson narra que una gran tristeza se apodero de “Fritz”, ambos elevaron una plegaria por el hermano muerto. Luego, se dirigieron hacia otro bloque del cementerio donde encontraron el sepulcro de Robert, al congoja de “Fritz” iba en aumento, nuevamente Sampson y Niland, iniciaron una plegaria en memoria de Robert. Cuando regresaron, Sampson hizo las averiguaciones respectivas, enterándose que Edward Niland, el hermano mayor, había sido reportado muerto semanas atrás. Obligado a informar a Frederick de esta nueva “mala” noticia, éste se puso extremadamente triste repitiendo a cada instante ¿Qué hará ahora? ¿Qué hará ahora? ¿Qué será de ella?... Cuando Sampson le pregunto a quién se refería, Frederick mencionó a su madre. Ante esta situación Sampson, le indico que la señora Niland todavía tenía un hijo para consolarla y haría todo lo posible para repatriar a Frederick. Y así fue... (aunque el retorno recién se hizo efectivo al concluir el verano de 1944). 
Padre Francis Sampson, capellán de la 101ª Aerotransportada
El retorno de "Fritz" no fue inmediato, permaneció en Normandía con su regimiento hasta el mes de julio de 1944. Con el resto del contingente de su regimiento, el más joven de los Niland navegó de vuelta a Inglaterra en un LST. Su regimiento fue destinado al campamento base de Lamborne, para gozar de un período de descanso y reorganización. 
Fritz quería permanecer en el regimiento paracaidista, Protestó cuando llegó su orden de traslado a los Estados Unidos, pero sus reclamaciones fueron rechazadas y fue destinado a la Policía Militar en Nueva York, donde sirvió hasta el final de la guerra.
La sorpresa después de la Guerra y el fin de la historia: Una vez concluido el conflicto bélico, llego una noticia que alegro los corazones de los Niland. Edward, que había sido declarado perdido en acción y posiblemente muerto, en realidad había caído prisionero de los japoneses, habiendo sido recluido en un campo de prisioneros de guerra en Burma, el cuál fue liberado por fuerzas británicas. Regreso a Tonawanda junto a sus padres, formo una familia y vivió una vida apacible hasta que falleció el año 1984 a la edad de 72 años. 
Frederick “Fritz” Niland, luego de la Guerra, ingreso a la Universidad de Georgetown, graduándose como dentista, murió en 1983 en San Francisco a la edad de 63 años. 
Robert Niland y Preston Niland, fueron enterrados en tumbas vecinas en el "Normandy American Cementery and Memorial" de Colleville-sur-Mer.
Tumbas de Preston Niland (en primer plano) y de Robert Niland (a la izquierda)
DIFERENCIAS DE LA HISTORIA REAL CON LA ADAPTACION DEL CINE
Para poder adaptar la historia al cine se hicieron algunas modificaciones como las siguientes:
1) Niland era sargento y Ryan un soldado raso.
2) Niland se reunió él mismo con su división, Ryan fue buscado por un escuadrón en zona de combate.
3) Los padres de Niland seguían vivos, la madre de Ryan era viuda.
4) Los padres de Niland recibieron los tres telegramas sobre sus hijos muertos sucesivamente, destacados miembros del ejército americano le comunicaron la muerte de tres de sus hijos a la madre de Ryan en persona.
5) El hermano de Niland que supuestamente murió en Lejano Oriente, estaba vivo y era prisionero de guerra, posteriormente fue repatriado.


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