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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, como debo obrar, para el bien de los hombres, de la iglesia y el triunfo de Jesucristo”.

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

7 de agosto de 2013

RELACIÓN ENTRE LA FE Y LA RAZÓN. EXCELENTE EXPLICACION DE LA RELACIÓN ENTRE LA FE Y LA RAZÓN (Father Barron).

“Hay una lectura para la temporada de Pascua que creo es muy importante en esta cuestión de la fe y la razón. 
La principal objeción que se presenta es precisamente en esto de que la fe es simplemente irrazonable. 
Que la fe es una tontería pre científica. Que es creer en una mitología de la edad de Bronce o creer en una vieja historia de hadas. Que eso es todo lo que la fe es, algo irracional.

Bueno, la historia a finales del evangelio de Juan sobre Tomás, el incrédulo, creo inspira mucha luz sobre esta cuestión. 
Permítanme leer un poco de la historia. 
“Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino”. Jesús entro en la habitación, pero Tomás no estaba allí así que los otros discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor!” Pero él les dijo: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.” 
El famoso Tomás, el incrédulo. ¿Qué hacemos de esto? Bueno, se podría decir que esto claramente demuestra que las preguntas son malas y sólo debes tener fe y no hacer preguntas Pero NO, esa es la manera equivocada de pensar en ello.

La tradición católica ama preguntas. 
Les voy a dar una indicación de por qué. Cuando María escucha el anuncio del ángel, ¿qué pregunta? 
“¿Cómo es posible si no he tenido relaciones con un hombre?” 
Ella hace una honesta y muy buena pregunta. María, también escuchamos, reflexiono estas cosas en su corazón. Ella tomó la revelación, pero no tontamente. Ella pensó y reflexiono en la revelación que se le dio. Ella es el modelo para toda la teología. 
O piensen en esta figura antigua de la Edad Media, Tomás de Aquino. Lean dos páginas de Tomás de Aquino, cualquier cosa que haya escrito, y encontraran preguntas tras preguntas tras preguntas. Incluyendo al principio de la Summa Theologica esta famosa pregunta: 
“Utrum Deus Sit” Lo que significa: “Sobre si Dios existe” 
Ahora, les propongo a ustedes que si se puede hacer esa pregunta, entonces se puede hacer cualquier otra pregunta en la teología.

La tradición católica no prohíbe hacer preguntas. La tradición católica las ama y les da la bienvenida. No nos limitamos al principio de Sola Fide, que significa: solo por fe. 
Sostenemos la tradición de Fides et Ratio, que significa: fe y razón. 
San Anselmo dice: 
“Fides Quaerens Intellectum” que significa: la fe buscando el entendimiento. 
No creamos una brecha entre la fe y la razón. No ponemos la razón a dormir para poder tener fe. No, no. Vean aquí está la cosa, la fe auténtica nunca es menor que la razón. Si no sería credulidad y superstición y yo también estoy en contra de la superstición como mis amigos en YouTube.

Si lo que se acepta o a lo que uno se entrega es más bajo que la razón entonces eso es infantil. Pero la fe auténtica es, como he dicho antes, una entrega, pero al otro lado de la razón. La razón, después de haber hecho todo su trabajo, ahora se entrega a una realidad que no puede necesariamente controlar. Pero que me seduce desde el otro lado de la razón. Hay un montón de ejemplos pero la mejor analogía para esto es cuando uno se enamora o “cae en el amor.” Cuando te sientes atraído a alguien, digamos un hombre joven a una mujer joven, el tal vez pregunte a sus amigas sobre ella. Tal vez pueda buscar su nombre en Google para buscar en donde estudio. Si es como Sherlock Holmes, muy atento y muy hábil en el arte de la inducción entonces él será capaz de determinar un montón de cosas sobre ella. Pero, pero….él nunca conocerá lo que se encuentra en su corazón hasta que se siente con ella y ella, por su propia voluntad, le abra su corazón. Momento en el que tendrá que tomar una decisión. ¿Creo en ella? ¿Me entrego a esta revelación más allá de lo que puedo entender por mi cuenta? Y por eso se habla de que alguien se enamora o “cae en el amor”. Si todo lo que estás haciendo es controlar el proceso entonces así nunca vas a caer en el amor. Puedes llegar a ser un conocido de esa persona, pero nunca llegaras a una relación íntima con esa persona.

Asimismo es con la fe. Hay muchas cosas que podemos saber de Dios atreves de la reflexión, de la observación del mundo, o meditaciones filosóficas. Lean Tomás de Aquino y encontraran todo lo que se puede saber acerca de Dios. Pero, finalmente, hay una rendición al otro lado de la razón y eso es la fe auténtica. Y es por eso que la Iglesia Católica nunca echa las preguntas a un lado. Pero si se resiste a un racionalismo que es agresivo y controlador Ahora, con eso en mente volvamos a Dídimo, a Santo Tomás. Escuchémoslo de nuevo: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.” ¿Está mal dudar? No. Pero si está mal ser tan agresivo en el propio racionalismo que se quiera controlar totalmente la situación. Eso es un problema debido a que nunca conseguirán a Dios de esa manera. Dios no puede ser obtenido con una mente que es aferrada y auto-afirmativa. De esta manera la fe va más allá de la razón. No la pone en reposo, no la niega o la marginaliza, pero va más allá de ella.

Eso es parte de la historia de Thomas, porque el Señor cuando vuelve a aparecer le dice a Thomas, pues bueno pon tu dedo en mis heridas y pon tu mano en mi costado. Pero luego añade: bienaventurados los que no vieron y creyeron. ¿Quién está realmente bendecido? Los que no tienen que controlar todo con sus mentes racionalistas, sino que están dispuestos a entregarse al otro lado de la razón. Creo que es muy importante que Tomás no vio al Señor cuando estaba lejos de los doce. Cuando estaba fuera del grupo apostólico. Pero cuando regresa con ellos es cuando ve al Señor. ¿Cuál es la lección? La lección es que entendemos y obtenemos al Señor en la iglesia. Es en la comunidad de la iglesia, en esa colección de creyentes en Jesús a través del tiempo y el espacio, donde realmente lo comprendemos. Una de las maneras de no comprenderlo es manteniéndose fuera de la iglesia.

Aquí pienso en muchos de mis amigos en YouTube, incluso aquellos autoproclamados agnósticos y ateos que obstinadamente vienen de nuevo a la página web una y otra vez y hacen preguntas religiosas y desafían todo lo que estoy diciendo. Bueno, es obvio que tienen hambre y sed de Dios, es evidente en cada palabra que escriben. Pero el problema es que están buscando a Cristo, están buscando a Dios, fuera de la iglesia. Y lo que va a pasar es que las preguntas y respuestas van a ser sesgadas. La mejor forma de verlo, para ser capaz de decir con Santo Tomás, ” iMi Señor y mi Dios!” es permaneciendo dentro de esta tradición interpretativa, guiada por el Espíritu, que llamamos la iglesia”.

VIDEO: https://www.youtube.com/tv?vq=medium#/watch?v=GcH_5Iecu5s

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