¿QUIÉNES ERAN LOS REYES MAGOS Y DE DÓNDE VENÍAN?
El 6 de enero los cristianos occidentales celebran la visita de los “Reyes Magos” al niño Jesús. El relato de la visita de estos personajes se puede encontrar en Mateo 2: 1-18.
Según la Escritura, “hombres sabios de Oriente” siguieron una estrella que les mostró donde había nacido Jesús y luego “se postraron y lo adoraron” (Mateo 2:11).
La adoración de los Reyes Magos
¿QUÉ SABEMOS ACERCA DE LOS “REYES MAGOS”?
La creencia tradicional de que había tres hombres es un desarrollo basado en los dones de oro, incienso y mirra registrados en Mateo 2:11.
La identificación de los magos como reyes se puede haber desarrollado a partir de una lectura del Salmo 72 que dice: “todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones” (Salmo 72:11).
Reyes Magos
La mayoría de los pesebres incluyen a los magos, pero sabemos por la Escritura que no llegaron hasta más tarde.
El hecho de que Herodes mandó matar a todos los niños de hasta dos años de edad sugiere que había pasado un tiempo. En cualquier caso, Mateo no nos dice exactamente cuánto tiempo había transcurrido entre el nacimiento de Jesús y su llegada.
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¿CUÁL ERA EL OFICIO DE ESTOS HOMBRES?
La atribución de que eran magos se mantiene con algo de misterio.
A menudo, las traducciones de la Biblia usan la palabra astrólogos para magos.
En griego, el idioma original del Evangelio, la palabra mago (magoi en plural) tiene cuatro significados:
1 – miembro de la clase sacerdotal de la antigua Persia, donde la astrología y la astronomía eran prominentes en los tiempos bíblicos;
2 – que tenía ciencia y poder oculto, y era experto en interpretación de los sueños, adivinación del futuro y la mediación espiritual;
3 – un mago propiamente; o
4 – un charlatán, que seduce a las personas que utilizan las prácticas antes mencionadas.
Reyes Magos
Incluso el antiguo historiador Heródoto (siglo 5 aC) podía dar fe de la destreza astrológica de la clase sacerdotal de Persia.
Más importante aún, la visita de los magos cumplía las profecías del Antiguo Testamento, en el que Balaam profetizó de la venida del Mesías marcado por una estrella:
“Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel” (Núm 24:17)
Ya vimos que en el Salmo 72 se habla de cómo las naciones vendrán a adorar al Mesías.
Isaías también profetizó los regalos:
“Un sin fin de camellos te cubrirá, jóvenes dromedarios de Madián y Efá. Todos ellos de Saba vienen portadores de oro e incienso y pregonando alabanzas a Yahveh” (Isaías 60: 6).
Sin embargo el reino de Saba no era Persia.
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¿DE DÓNDE VENÍAN?
Lo más común es considerar que estos personajes venían de Persia.
Esta corriente de opinión se basa en que al oriente de Palestina sólo la antigua Media, Persia, Asiria y Babilonia tienen un sacerdocio de Magos en el tiempo del nacimiento de Cristo.
Por lo que podrían haber venido desde alguna parte del Imperio Parto.
Probablemente cruzaron el desierto de Siria, entre el Eufrates y Siria, llegando a Haleb (Aleppo) o Tudmor (Palmyra), recorriendo el trayecto hasta Damasco y hacia el sur, en lo que ahora es la gran ruta a la Meca (darb elhaj, “el camino de los peregrinos”), continuando por el Mar de Galilea y el Jordán por el oeste hasta cruzar el vado cerca de Jericó.
Esto les habría insumido más de un año.
Reyes Magos
Isaías profetizó que vendrían con incienso como obsequio al Redentor y Jeremías 6:20 nos confirma que el incienso bíblico se importaba de Seba.
La mirra también era un producto de Arabia y específicamente de Seba.
Los arqueólogos están de acuerdo cada vez más que el antiguo y poderoso reino de Saba se encontraba en el extremo sur de la península arábiga, y que estaba extendido profundamente en el este de África.
Los tres regalos de los magos indican un origen en Saba ya que el reino era conocido en primer lugar por su gran riqueza de las minas de oro de África.
En segundo lugar, la boswellia, árbol desde el que se extrae la goma que se utiliza para hacer incienso.
En tercer lugar, la commiphora, árbol desde el que se deriva la resina de mirra para que crece sólo en la península arábiga.
En tiempos antiguos la mirra tenía varios usos, inclusive el hacer de perfume, ungüento e incienso.
La Escritura nos dice que cuando el Redentor viniera, los descendientes de Abraham vendrían de Seba a verlo.
Los Salmos también hablan de estos regalos. En el Salmo 72 habla de la venida del Redentor.
El verso 10 dice “Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones” y el verso 15 dice “Y mientras viva se le dará del oro de Sabá”.
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¿CUÁNTOS ERAN? ¿QUÉ REGALOS LLEVARON A JESÚS?
San Mateo registra que los magos trajeron tres dones como ya vimos.
Cada uno también tienen un significado profético: el oro, el regalo de un rey; el incienso el regalo para un sacerdote; y mirra, una pomada entierro, un regalo para alguien que moriría.
San Ireneo (202 dC), en su Adversus haereses ofreció la siguiente interpretación de los dones de oro, incienso y mirra, que respectivamente significan un regalo para un rey, alabanza, y sufrimiento redentor, así como la virtud, la oración y dolor.
Tradicionalmente, pensamos en los tres magos como los tres reyes.
Por lo general tenemos a los tres reyes en nuestro pesebre convergiendo de acuerdo a los tres regalos, quienes siguieron una estrella en ascenso en el este.
En realidad, la tradición más antigua es inconsistente en cuanto al número de los magos.
La tradición oriental favoreció 12.
En Occidente, varios de los padres de la Iglesia como San León Magno y San Máximo de Turín aceptaron tres.
Una pintura paleocristiana en Roma encontrada en el cementerio de los Santos Pedro y Marcelino representa a dos magos y en el cementerio de Santa Domitila, cuatro.
Desde el siglo VII en la Iglesia Occidental los magos han sido identificados como Gaspar, Melchor y Baltasar.
Una obra llamada Excerpta et Collectanea atribuida a San Beda (735 dC) escribió:
Él lo honró como a Dios por su don de incienso, una oblación digna de la divinidad.
Su don de mirra testimonia al Hijo del Hombre que iba a morir”.
Reyes Magos
En el mundo antiguo era protocolo llevar regalos a un rey o a un objeto de culto.
En 243 aC, un rey sirio ofreció oro, incienso y mirra al dios Apolo.
La reina de Saba había traído a Salomón oro, especias y piedras preciosas.
Los regalos eran apropiados no sólo para un rey, sino para Dios, escribió San Juan Crisóstomo, comparándolos con las ofrendas tradicionales judías de animales.
Por esta razón, el santo cree que los magos adoraron a Jesús como Dios.
Otros afirman que los dones eran simplemente costumbre oriental y no siempre han tenido un significado especial.
Aunque algunos dicen que había tres regalos porque había tres reyes magos.
El Dr. Peter Kreeft encuentra significado en el número tres.
La mente medieval se hace eco por una muy buena razón: todo está hecho por la Trinidad, y lo que se hace debe reflejar su Hacedor.
La adoración de los Reyes Magos
¿QUÉ SUCEDIÓ CON ESTOS PERSONAJES DESPUÉS?
Un extracto de un calendario de santos medievales impreso en Colonia dice,
“habiendo sido sometidos a muchas pruebas y fatigas por el Evangelio, los tres reyes magos se reunieron en Sewa (Sebaste en Armenia) en el año 54 para celebrar la fiesta de Navidad.
Entonces, después de la celebración de la misa, ellos murieron: San Melchor, el 1 de enero de 116 años; San Baltasar el 6 de enero de 112 años; y San Gaspar el 11 de enero de edad 109”.
El Martirologio Romano también enumera estas fechas como los respectivos días de fiesta de los Reyes Magos.
El emperador Zenón trajo llevó reliquias de los magos de Persia a Constantinopla en 490.
Las reliquias (ya sea las mismas u otras) aparecieron en Milán mucho más tarde y se mantuvieron en la Basílica de San Eustorgio.
La adoración de los Reyes Magos
¿CÓMO INTERPRETAR SUS REGALOS HOY DÍA?
Es la temporada para la entrega de regalos, por lo que podemos interpretar lo que hay que llevar al Niño Jesús.
Una iglesia ortodoxa rusa ofreció algunas ideas para preparar nuestros propios dones de “oro, incienso y mirra.”
Mientras que el oro es el metal más precioso, el rey David dijo que la Palabra de Dios es lo más valioso y deseable.
Así que si estudiamos la Biblia y meditamos en ella, damos a Dios un regalo más precioso que el oro.
La fragancia del incienso se eleva a Dios, sirviendo como un regalo de agradecimiento agradable a Dios.
Si traemos a Dios nuestro regalo de “agradecimiento”, como se dice en los Salmos, sería complacer a Dios más que con el incienso.
La mirra es el aceite que contiene la savia aromática de un árbol con el que eran ungidos los reyes y sacerdotes. La palabra mirra significa amargura o tristeza.
Podemos llevar nuestra propia mirra-tristeza y remordimiento por nuestros pecados al Señor.
“Que no haya nadie sin un regalo para ofrecer, nadie sin agradecimiento al celebrar la salvación del mundo, el cumpleaños de la raza humana”
La adoración de los magos, detalle. Vitral, Alemania, ca. 1400.
EPIFANÍA
Desde tiempos muy remotos, tanto en Oriente como en Occidente la Iglesia celebró el día 06 de enero la manifestación de Dios al mundo.
La Epifanía (del griego epi-faneia: manifestación) es la primera manifestación al mundo pagano del Hijo de Dios hecho hombre, que tuvo lugar con la adoración de los Magos referida por S. Mateo 2,1-12. El pasaje, con la cita del profeta Miqueas, es uno de los cinco episodios que constituyen el llamado Evangelio de la Infancia en S. Mateo (cap. 1 y 2). El Evangelio de la Infancia en Lucas 1-2 no lo menciona.
Para entender adecuadamente este relato y percibir su contenido teológico es necesario precisar de antemano el alcance de la cita de Miqueas, quiénes eran los Magos y qué era la estrella que se dice haberlos guiado hasta la cuna del Niño.
EL TEXTO DE MIQUEAS
El centro del episodio de los Magos es la cita del profeta Miqueas, que en el relato aducen los sacerdotes y escribas consultados por Herodes acerca del lugar donde había de nacer el Cristo.
Mosaico de San Apolinar Nuovo (Rávena, Italia).
- «Ellos le dijeron: En Belén de Judá, porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que será pastor de mi pueblo Israel» (Mt 2,5 ss.).
Adoración de los Magos - Galería de la Academia. Florencia. Italia. Taddeo Gaddi
El pasaje profético es ciertamente mesiánico. Miqueas consuela a su pueblo, frente a la amenaza de Asiria, con la promesa de un futuro Libertador, descendiente de David. Del simple texto no deriva que fuese necesario que el Mesías naciera materialmente en Belén; bastaba con que fuera oriundo de allí por su ascendencia davídica.
Epifanía - También conocida como:"Historia de Cristo. La adoración de los Reyes". 1302-1305. Fresco. 200 x 185 cm. Capilla de los Scrovegni. Padua. Italia - Autor: Giotto di Bondone
El texto de Miqueas en labios de los escribas y en lá pluma del evangelista significa que para los primeros el Mesías debía nacer en Belén de la descendencia de David, y el segundo hace constar que Jesús cumplía estos requisitos.
LA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Desde tiempos muy remotos, tanto en Oriente como en Occidente –a excepción de la ciudad de Roma y, probablemente, de las provincias de África– la Iglesia celebró el día 06 de enero la manifestación de Dios al mundo, fiesta posteriormente conocida como Epifanía.
La adoración de los Reyes Magos
En efecto, ya en el siglo II se encuentran referencias acerca de una conmemoración del bautismo de Jesús, por parte de algunas sectas gnósticas. De todos modos, habrá que esperar hasta las egunda mitad del siglo IV para recoger los primeros testimonios procedentes de ámbitos ortodoxos.
El origen de la solemnidad de Epifanía es bastante oscuro. Una tras otra se han sucedido las más variadas hipótesis, si bien, en cualquier caso, parece que la fiesta surgió dentro del proceso de inculturación de la fe, comocristianización de una celebración pagana del Sol naciente, de gran arraigo en la región oriental del Imperio.
La adoración de los Reyes Magos
Muy pronto, en Occidente, la fiesta de Epifanía revistió un triple contenido teológico, como celebración de la manifestación a los gentiles del Dios encarnado –adoración de los Reyes Magos–, manifestación de la filiación divina de Jesús –bautismo en el Jordán– y manifestación del poder divino del Señor – milagro de las bodas de Caná–. En Oriente, con la introducción de la fiesta de la Navidad, el 25 de diciembre, la solemnidad de Epifanía perdió su carácter de celebración del nacimiento de Cristo, y se centró en la conmemoración del Bautismo en el Jordán.
La adoración de los Reyes Magos
En la Iglesia romana, la celebración litúrgica de la Epifanía gira hoy día en torno a la universalidad del designio salvífico divino. Así, las lecturas refieren la vocación salvífica de los gentiles, ya anunciada por los profetas (IS 60: 1-6) y realizada plenamente en Cristo (Ef 3: 2-3. 5-6 y Mt 2: 1-12). Esta misma perspectiva puede advertirse en los textos eucológicos.
LOS REYES MAGOS
El evangelista presenta a los protagonistas del relato como «unos Magos que venían del Oriente». No dice cuántos eran, ni cómo se llamaban, ni de dónde procedían exactamente. La tradición antigua navega por todos esos mares, pero sin rumbo cierto. En cuanto al número, los monumentos arqueológicos fluctúan considerablemente; un fresco del cementerio de S. Pedro y S. Marcelino en Roma representa a dos; tres muestra un sarcófago que se conserva en el Museo de Letrán; cuatro aparecen en el cementerio de Santa Domitila, y hasta ocho en un vaso del Museo Kircheriano. En las tradiciones orales sirias y armenias llega a hablarse de doce. Ha prevalecido, no obstante, el número de tres acaso por correlación con los tres dones que ofrecieron -oro incienso y mirra- o porque se los creyó representantes de las tres razas: Sem, Cam y Jafet.
La adoración de los Reyes Magos
Los nombres que se les dan (Melchor, Gaspar, Baltasar) son relativamente recientes. Aparecen en un manuscrito anónimo italiano del s. IX, y poco antes, en otro parisino de fines del s. VII, bajo la forma de Bithisarea, Melichior y Guthaspa. En otros autores y regiones se los conoce con nombres totalmente distintos. Su condición de reyes, que carece absolutamente de fundamento histórico, parece haberse introducido por una interpretación demasiado literal del Salmo 72,10:
- «Los reyes de Tarsis y las islas le ofrecerán dones; los reyes de Arabia y Sabá le traerán regalos».
Nunca en las antiguas representaciones del arte cristiano aparecen con atributos regios, sino simplemente con gorro frigio y hábitos de nobles persas.
También sobre el lugar de su origen discrepan los testimonios antiguos. Unos los hacen proceder de Persia, otros de Babilonia o de Arabia, y hasta de lugares tan poco situados al oriente de Palestina como Egipto y Etiopía.
La adoración de los Reyes Magos
Sin embargo, un precioso dato arqueológico del tiempo de Constantino muestra la antigüedad de la tradición que parece interpretar mejor la intención del evangelista, haciéndolos oriundos de Persia. Refiere una carta sinodal del Conc. de Jerusalén del año 836 que en el 614, cuando los soldados persas de Cosroas II destruyeron todos los santuarios de Palestina, respetaron la basílica constantiniana de la Natividad en Belén, porque, al ver el mosaico del frontispicio que representaba la Adoración de los Magos, los creyeron por la indumentaria compatriotas suyos.
LA ESTRELLA DE LOS MAGOS
Adoracion Reyes Magos Botticelli
En el relato de S. Mateo la estrella juega un papel importante. Es una estrella que los magos vieron en Oriente, pero que luego no volvieron a ver hasta que salieron de Jerusalén camino de Belén; entonces se mueve delante de ellos en dirección norte-sur y, finalmente, se para sobre la casa donde estaba el Niño.
Los magos dicen haberla reconocido como la estrella de Jesús
- «Hemos visto su estrella en Oriente y hemos venido a adorarle»; Mt 2,2.
Supuesto el carácter preternatural de la estrella, que al parecer sólo habría sido visible para los magos, quedaría por explicar por qué entendieron ellos que era la estrella de Jesús y se sintieron obligados a desplazarse para adorarle.
La adoración de los Reyes Magos
Nada tendría, en ese supuesto, de extraño que persas piadosos se hubieran ido interesando por las Escrituras de los judíos y participaran de algún modo en su esperanza en un Mesías Rey, de manera que, al percibir un fenómeno estelar, lo relacionaran con él. Sea de ello lo que fuere, lo que podemos decir es que, de una manera u otra, Dios los movió a ponerse en camino y dirigirse a Israel en espera de un gran rey.
https://www.youtube.com/watch?v=WY6_bJRSo4Q
Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
La adoración de los Reyes Magos
De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios.
Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar.
La adoración de los Reyes Magos
Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que
- "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40)
a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.
La adoración de los Reyes Magos
LA ARQUEOLOGÍA HACE REVELACIONES SOBRE LOS REYES MAGOS.
Los Reyes Magos no son personajes creados por siglos de tradición cristiana. Su existencia, además de quedar bien testimoniada en el Evangelio, ahora es documentada por los descubrimientos arqueológicos.
La adoración de los Reyes Magos
Esta curiosa y extraordinaria revelación se encuentra contenida en una tablilla, en la que se han acuñado caracteres cuneiformes. Se trata de un auténtico documento astronómico y astrológico (entonces las dos disciplinas eran hermanas gemelas) que revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 antes de Cristo.
La adoración de los Reyes Magos
Los Evangelios enmarcan el nacimiento de Jesús en tiempos del censo del imperio ordenado por César Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria, y en los últimos años del rey Herodes, quien falleció en el mes de marzo del año 4 a.C. Para los historiadores, Jesús nació unos siete años antes del año «0». El evangelista Mateo (2, 2) pone en relación el evento de Belén con laaparición de una estrella particularmente luminosa en el cielo de Palestina. Y es precisamente en este momento en el que la tablilla de arcilla ofrece un testimonio particular.
La adoración de los Reyes Magos
Existen muchas hipótesis sobre la estrella que vieron los magos ("magoi" en griego era la palabra con que se denominaba a la casta de sacerdotes persas y babilonios que se dedicaban al estudio de la astronomía y de la astrología) y que les llevó a afrontar un viaje de unos mil kilómetros con el objetivo de rendir homenaje a un recién nacido.
La adoración de los Reyes Magos
El 17 de diciembre de 1603, Johannes Kepler, astrónomo y matemático de la corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo, al observar con un modesto telescopio desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno.
Hizo concienzudos cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C. Recordó también que el famoso rabino y escritor Isaac Abravanel (1437-1508) había hablado de un influjo extraordinario atribuido por los astrólogos hebreos a aquel fenómeno: el Mesías tenía que aparecer durante una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis.
Kepler habló en sus libros de su descubrimiento, pero la hipótesis cayó en el olvido perdida entre su inmenso legado astronómico.
Faltaba una demostración científica clara. Llegó en 1925, cuando el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias de escritura cuneiforme acuñadas en una tabla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, en la escuela de astrología de Sippar, antigua ciudad que se encontraba en la confluencia del Tigris y el Éufrates, a unos cien kilómetros al norte de Babilonia.
La tablilla se encuentra ahora en el Museo estatal de Berlín.
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2:11).
Entre los numerosos datos de observación astronómica sobre los dos planetas, Schnabel encuentra en la tabla un dato sorprendente: la conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis tiene lugar en el año 7 a.C., en tres ocasiones, durante pocos meses: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Además, según los cálculos matemáticos, esta triple conjunción se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo.
Si este descubrimiento se identifica con la estrella de Navidad de la que habla el Evangelio de Mateo, el significado astrológico de las tres conjunciones hace sumamente verosímil la decisión de los Magos de emprender un largo viaje hasta Jerusalén para buscar al Mesías recién nacido. Según explica el prestigioso catedrático de fenomenología de la religión de la Pontificia Universidad Gregoriana, Giovanni Magnani, autor del libro «Jesús, constructor y maestro» («Gesú costruttore e maestro, Cittadella, Asís, 1997), «en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo y la constelación de Piscis como el signo del final de los tiempos.
La adoración de los Reyes Magos
El planeta Saturno era considerado en Oriente como la estrella de Palestina. Cuando Júpiter se encuentra con Saturno en la constelación de Piscis, significa que el Señor del final de los tiempos se aparecerá este año en Palestina. Con esta expectativa llegan los Magos a Jerusalén, según el Evangelio de Mateo 2,2». «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle» preguntan los magos a los habitantes de Jerusalén y después a Herodes.
La adoración de los Reyes Magos
La triple conjunción de los dos planetas en la constelación de Piscis explica también la aparición y la desaparición de la estrella, dato confirmado por el Evangelio. La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en frente. La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio, «delante de ellos» (Mt 2, 9).
Cofre que "contiene" los cuerpos de los Reyes Magos. - Catedral de Colonia - Alemania
Reyes Magos
Cofre que "contiene" los cuerpos de los Reyes Magos. - Catedral de Colonia - Alemania
Cofre que "contiene" los cuerpos de los Reyes Magos. - Catedral de Colonia - Alemania
Referencias
BIBL.: J. ENCISO VIANA, La estrella de Jesús, en Por los senderos de la Biblia, t. II, Madrid-Buenos Aires 1957, 155-160; J, RACETTE, L'Évangile de 1'Enfance selon S. Matthieu, «Sciences Ecclésiastiques» 9 (1957) 77-82; S. MUÑOZ IGLESIAS, El género literario del Evang. de la Infancia en S. Mateo, «Estudios Bíblicos» 17 (1958) 245-273, especialmente 264-268; ÍD, Venez, adorons-le, en Assemblés du Seigneur, 13,31-44; A. M. DENIS, L'adoration des Mages vue par Saint Matthieu, «Nouvelle Revue Théologique» 82 (1960) 32-39; G. D. GORDINI, A. M. RAGGI, Magi, en Bibl. Sanct. 8,494-528 (con abundante bibl.).
Reyes Magos
Fuente:
http://www.primeroscristianos.com/index.php/origenes/item/812-los-origenes-de-la-fiesta-de-la-epifania
https://www.aciprensa.com/navidad/reyes.htm
http://forosdelavirgen.org/3763/los-reyes-magos-segun-la-enciclopedia-catolica/
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