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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, como debo obrar, para el bien de los hombres, de la iglesia y el triunfo de Jesucristo”.

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

7 de noviembre de 2016

LA SANTA MISA EXPLICADA POR SAN PÍO DE PIETRELCINA.

San Pío de Pietrelcina
TESTIMONIO DEL P. DEROBERT, HIJO ESPIRITUAL DE SAN PÍO DE PIETRELCINA
ÉL ME HABÍA EXPLICADO POCO DESPUÉS DE MÍ ORDENACIÓN SACERDOTAL QUE CELEBRANDO LA EUCARISTÍA HABÍA QUE PONER EN PARALELO LA CRONOLOGÍA DE LA MISA Y LA DE LA PASIÓN. SE TRATABA DE COMPRENDER Y DE DARSE CUENTA, EN PRIMER LUGAR, DE QUE EL SACERDOTE EN EL ALTAR ES JESUCRISTO. DESDE ESE MOMENTO JESÚS EN SU SACERDOTE, REVIVE INDEFINIDAMENTE LA PASIÓN.
DESDE LA SEÑAL DE LA CRUZ INICIAL HASTA EL OFERTORIO
Es necesario reunirse con Jesús en Getsemaní, hay que seguir a Jesús en su agonía, sufriendo antes esta “marea negra” de pecado. Hay que unirse a Ël en el dolor de ver que la Palabra del Padre, que Él había venido a traernos, sería recibida muy mal por los hombres. Y desde esa óptica había que escuchar las lecturas de la misa como estando dirigidas personalmente a nosotros.
EL OFERTORIOEs el arresto. La Hora ha llegado…
EL PREFACIO
Es el canto de alabanza y de agradecimiento que Jesús dirige al Padre que le ha permitido llegar por fin a esta “Hora”.
DESDE EL COMIENZO DE LA PLEGARIA EUCARÍSTICA HASTA LA CONSAGRACIÓN
Nos encontramos ¡rápidamente! con Jesús en la prisión, en su atroz flagelación, su coronación de espinas y su camino de la cruz por las callejuelas de Jerusalén teniendo presente en el “momento” a todos los que están allí y a todos aquellos por los que pedimos especialmente.
LA CONSAGRACIÓN
Nos da el Cuerpo entregado ahora, la Sangre derramada ahora. Es místicamente, la crucifixión del Señor. Y por eso San Pío de Pietrelcina sufría atrozmente en este momento de la Misa.
LA ORACIÓN LITÚRGICA QUE SIGUE INMEDIATAMENTE A LA CONSAGRACIÓN
Nos reunimos enseguida con Jesús en la Cruz y ofrecemos desde este instante, al Padre, el Sacrificio Redentor. 
EL “POR ÉL, CON ÉL Y EN ÉL” Corresponde al grito de Jesús: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Desde ese momento el Sacrificio es consumado y aceptado por el Padre. Los hombre en adelante ya no están separados de Dios y se vuelven a encontrar unidos.
SE RECITA LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO 
Es la razón por la que, en este momento, se recita la oración de todos los hijos: “Padre Nuestro…..”
LA FRACCIÓN DEL PAN
Marca la muerte de Jesús…..
LA INTINCIÓN
El instante en el que el Padre, habiendo quebrado la Hostia (símbolo de la muerte…) deja caer una partícula del Cuerpo de Cristo en el Cáliz de la preciosa Sangre, marca el momento de la Resurrección , pues el Cuerpo y la Sangre se reúnen de nuevo y es a Cristo vivo a quien vamos a recibir en la comunión.
LA BENDICIÓN DEL SACERDOTE
Marca a los fieles con la cruz, como signo distintivo y a la vez como escudo protector contra las astucias del Maligno….
Se comprenderá que después de haber oído de la boca del P. Pío tal explicación, sabiendo bien que él vivía dolorosamente esto, me haya pedido seguirle por este camino…lo que hago cada día…¡y con cuánta alegría!.
San Pío de Pietrelcina
ASÍ HABLÓ EL PADRE PÍO SOBRE LA MISA EN UN REPORTAJE
En 1974 se publicó una obra en italiano, titulada «COSÍ PARLÒ PADRE PIO»: «ASÍ HABLÓ EL PADRE PIO» (San Giovanni Rotondo, Foggia, Italia), con el imprimatur de Mons. Fanton, obispo auxiliar de Vincencia.
EN ESTE PRESENTE TRABAJO SACAMOS ALGUNOS PASAJES EN LOS QUE EL PADRE PÍO HABLABA DE LA SANTA MISA.
PR.- Padre, ¿ama el Señor el Sacrificio?
Padre PIO.-Sí, porque con él regenera el mundo.

PR.- ¿Cuánta gloria le da la Misa a Dios?
Padre PIO.-Una gloria infinita.

PR.- ¿Qué debemos hacer durante la Santa Misa ?
Padre PIO.-Compadecernos y amar.

PR.- Padre, ¿cómo debemos asistir a la Santa Misa ?
Padre PIO.-Como asistieron la Santísima Virgen y las piadosas mujeres. Como asistió San Juan al Sacrificio Eucarístico y al Sacrificio cruento de la Cruz.

PR.- Padre, ¿qué beneficios recibimos al asistir a la Santa Misa ?
Padre PIO.-No se pueden contar. Los veréis en el Paraíso. Cuando asistas a la Santa Misa , renueva tu fe y medita en la Víctima que se inmola por ti a la Divina Justicia , para aplacarla y hacerla propicia. No te alejes del altar sin derramar lágrimas de dolor y de amor a Jesús, crucificado por tu salvación. La Virgen Dolorosa te acompañará y será tu dulce inspiración.

PR.- Padre, ¿qué es su Misa?
Padre PIO.-Una unión sagrada con la Pasión de Jesús. Mi responsabilidad es única en el mundo -decía llorando.

PR.- ¿Qué tengo que descubrir en su Santa Misa?
Padre PIO.-Todo el Calvario.

PR.- Padre, dígame todo lo que sufre Vd. durante la Santa Misa.
Padre PIO.-Sufro todo lo que Jesús sufrió en su Pasión, aunque sin proporción, sólo en cuanto lo puede hacer una creatura humana. Y esto, a pesar de cada uno de mis faltas y por su sola bondad.

PR.- Padre, durante el Sacrificio Divino, ¿carga Vd. nuestros pecados?
Padre PIO.-No puedo dejar de hacerlo, puesto que es una parte del Santo Sacrificio.

PR.- ¿El Señor le considera a Vd. como un pecador?
Padre PIO.-No lo sé, pero me temo que así es.

PR.- Yo lo he visto temblar a Vd. cuando sube las gradas del Altar. ¿Por qué? ¿Por lo que tiene que sufrir?
Padre PIO.-No por lo que tengo que sufrir, sino por lo que tengo que ofrecer.

PR.- ¿En qué momento de la Misa sufre Vd. más?
Padre PIO.-En la Consagración y en la Comunión.

PR.- Padre, esta mañana en la Misa , al leer la historia de Esaú, que vendió su primogenitura, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Padre PIO.-¡Te parece poco, despreciar los dones de Dios!

PR.- ¿Por qué, al leer el Evangelio, lloró cuando leyó esas palabras: «Quien come mi carne y bebe mi sangre»…?
Padre PIO.-Llora conmigo de ternura.

PR.- Padre, ¿por qué llora Vd. casi siempre cuando lee el Evangelio en la Misa ?
Padre PIO.-Nos parece que no tiene importancia el que un Dios le hable a sus creaturas y que ellas lo contradigan y que continuamente lo ofendan con su ingratitud e incredulidad.

PR.-Su Misa, Padre, ¿es un sacrificio cruento?
Padre PIO.-¡Hereje!

PR.- Perdón, Padre, quise decir que en la Misa el Sacrificio de Jesús no es cruento, pero que la participación de Vd. a toda la Pasión si lo es. ¿Me equivoco?
Padre PIO.-Pues no, en eso no te equivocas. Creo que seguramente tienes razón.

PR.- ¿Quien le limpia la sangre durante la Santa Misa ?
Padre PIO.-Nadie.

PR.- Padre, ¿por qué llora en el Ofertorio?
Padre PIO.-¿Quieres saber el secreto? Pues bien: porque es el momento en que el alma se separa de las cosas profanas.

PR.- Durante su Misa, Padre, la gente hace un poco de ruido.
Padre PIO.-Si estuvieses en el Calvario, ¿no escucharías gritos, blasfemias, ruidos y amenazas? Había un alboroto enorme.

PR.- ¿No le distraen los ruidos?
Padre PIO.-Para nada.

PR.- Padre, ¿por qué sufre tanto en la Consagración ?
Padre PIO.-No seas malo… (no quiero que me preguntes eso…).

PR.- Padre, ¡dígamelo! ¿Por qué sufre tanto en la Consagración ?
Padre PIO.-Porque en ese momento se produce realmente una nueva y admirable destrucción y creación.

PR.-Padre, ¿por qué llora en el Altar y qué significan las palabras que dice Vd. en la Elevación ? Se lo pregunto por curiosidad, pero también porque quiero repetirlas con Vd.
Padre PIO.-Los secretos de Rey supremo no pueden revelarse sin profanarlos. Me preguntas por qué lloro, pero yo no quisiera derramar esas pobres lagrimitas sino torrentes de ellas. ¿No meditas en este grandioso misterio?

PR.-Padre, ¿sufre Vd. durante la Misa la amargura de la hiel?
Padre PIO.-Sí, muy a menudo…

PR.-Padre, ¿cómo puede estarse de pie en el Altar?
Padre PIO.-Como estaba Jesús en la Cruz.

PR.-En el Altar, ¿está Vd. clavado en la Cruz como Jesús en el Calvario?
Padre PIO.-¿Y aún me lo preguntas?

PR.-¿Como se halla Vd.?
Padre PIO.-Como Jesús en el Calvario.

PR.-Padre, los verdugos acostaron la Cruz de Jesús para hundirle los clavos?
Padre PIO.-Evidentemente.

PR.-¿A Vd. también se los clavan?
Padre PIO.-¡Y de qué manera!

PR.-¿También acuestan la Cruz para Vd.?
Padre PIO.-Sí, pero no hay que tener miedo.

PR.-Padre, durante la Misa , ¿dice Vd. las siete palabras que Jesús dijo en la Cruz ?
Padre PIO.-Sí, indignamente, pero también yo las digo.

PR.-Y ¿a quién le dice: «Mujer, he aquí a tu hijo»?
Padre PIO.-Se lo digo a Ella: He aquí a los hijos de Tu Hijo.

PR.-¿Sufre Vd. la sed y el abandono de Jesús?
Padre PIO.-Sí.

PR.-¿En qué momento?
Padre PIO.-Después de la Consagración.

PR.-¿Hasta qué momento?
Padre PIO.-Suele ser hasta la Comunión.

PR.-Vd. ha dicho que le avergüenza decir: «Busqué quien me consolase y no lo hallé». ¿Por qué?
Padre PIO.-Porque nuestro sufrimiento, de verdaderos culpables, no es nada en comparación del de Jesus.

PR.-¿Ante quién siente vergüenza?
Padre PIO.-Ante Dios y mi conciencia.

PR.-Los Angeles del Señor ¿lo reconfortan en el Altar en el que se inmola Vd.?
Padre PIO.-Pues… no lo siento.

PR.-Si el consuelo no llega hasta su alma durante el Santo Sacrificio y Vd. sufre, como Jesús, el abandono total, nuestra presencia no sirve de nada.
Padre PIO.-La utilidad es para vosotros. ¿Acaso fue inútil la presencia de la Virgen Dolorosa , de San Juan y de las piadosas mujeres a los pies de Jesús agonizante?

PR.-¿Qué es la sagrada Comunión?
Padre PIO.-Es toda una misericordia interior y exterior, todo un abrazo. Pídele a Jesús que se deje sentir sensiblemente.

PR.-Cuando viene Jesús, ¿visita solamente el alma?
Padre PIO.-El ser entero.

PR.-¿Qué hace Jesús en la Comunión ?
Padre PIO.-Se deleita en su creatura.

PR.-Cuando se une a Jesús en la Santa Comunión , ¿que quiere que le pidamos al Señor por Vd.?
Padre PIO.-Que sea otro Jesús, todo Jesús y siempre Jesús.

PR.-¿Sufre Vd. también en la Comunión ?
Padre PIO.-Es el punto culminante.

PR.-Después de la Comunión, ¿continúan sus sufrimientos?
Padre PIO.-Sí, pero son sufrimientos de amor.

PR.-¿A quién se dirigió la última mirada de Jesús agonizante?
Padre PIO.-A su Madre.

PR.-Y Vd., ¿a quién mira?
Padre PIO.-A mis hermanos de exilio.

PR.-¿Muere Vd. en la Santa Misa ?
Padre PIO.-Místicamente, en la Sagrada Comunión.

PR.-¿Es por exceso de amor o de dolor?
Padre PIO.-Por ambas cosas, pero más por amor.

PR.-Si Vd. muere en la Comunión ¿ya no está en el Altar? ¿Por qué?
Padre PIO.-Jesús muerto, seguía estando en el Calvario.

PR.-Padre, Vd. a dicho que la víctima muere en la Comunión. ¿Lo ponen a Vd. en los brazos de Nuestra Señora?
Padre PIO.-En los de San Francisco.

PR.-Padre, ¿Jesús desclava los brazos de la Cruz para descansar en Vd.?
Padre PIO.-¡Soy yo quien descansa en El!

PR.-¿Cuánto ama a Jesús?
Padre PIO.-Mi deseo es infinito, pero la verdad es que, por desgracia, tengo que decir que nada, y me da mucha pena.

PR.-Padre, ¿por qué llora Vd. al pronunciar la última frase del Evangelio de San Juan: «Y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad»?
Padre PIO.-¿Te parece poco? Si los Apóstoles, con sus ojos de carne, han visto esa gloria, ¿cómo será la que veremos en el Hijo de Dios, en Jesús, cuando se manifieste en el Cielo?

PR.-¿Qué unión tendremos entonces con Jesús?
Padre PIO.-La Eucaristía nos da una idea.

PR.-¿Asiste la Santísima Virgen a su Misa?
Padre PIO.-¿Crees que la Mamá no se interesa por su hijo?

PR.-¿Y los ángeles?
Padre PIO.-En multitudes.

PR.-¿Qué hacen?
Padre PIO.-Adoran y aman.

PR.-Padre, ¿quién está más cerca de su Altar?
Padre PIO.-Todo el Paraíso.

PR.-¿Le gustaría decir más de una Misa cada día?
Padre PIO.-Si yo pudiese, no querría bajar nunca del Altar.

PR.-Me ha dicho que Vd. trae consigo su propio Altar…
Padre PIO.-Sí, porque se realizan estas palabras del Apóstol: «Llevo en mi cuerpo las señales del Señor Jesús» (Gal. 6, 17), «estoy crucificado con Cristo» (Gal. Padre PIO.-, 19) y «castigo mi cuerpo y lo esclavizo» (I Cor. 9, Padre PIO.-7).

PR.-¡En ese caso, no me equivoco cuando digo que estoy viendo a Jesús Crucificado!
Padre PIO.-(No contesta).

PR.-Padre, ¿se acuerda Vd. de mí durante la Santa Misa ?
Padre PIO.-Durante toda la Misa , desde el principio al fin, me acuerdo de tí.

LA MISA DEL PADRE PÍO EN SUS PRIMEROS AÑOS DURABA MÁS DE DOS HORAS. SIEMPRE FUE UN ÉXTASIS DE AMOR Y DE DOLOR. SU ROSTRO SE VEÍA ENTERAMENTE CONCENTRADO EN DIOS Y LLENO DE LÁGRIMAS. UN DÍA, AL CONFESARME, LE PREGUNTÉ SOBRE ESTE GRAN MISTERIO.

PR.-Padre, quiero hacerle una pregunta.
Padre PIO.-Dime, hijo.

PR.-Padre, quisiera preguntarle qué es la Misa.
Padre PIO.-¿Por qué me preguntas eso?

PR.-Para oírla mejor, Padre.
Padre PIO.-Hijo, te puedo decir lo que es mi Misa.

PR.-Pues eso es lo que quiero saber, Padre.
Padre PIO.-Hijo mío, estamos siempre en la cruz y la Misa es una continua agonía.
San Pío de Pietrelcina
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. 
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.

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