Teseo (vestido con ropas transparentes) y Procusto (casi acostado en su famoso lecho); lado A de un ánfora ática de figuras rojas (470 a. C.) pintada por Alquímaco, proveniente deNola (cerca de Nápoles)
EN LA MITOLOGÍA GRIEGA
Procusto (del
griego antiguo Προκρούστης Prokroústês o Procrustes, literalmente ‘estirador’), también llamado Damastes (‘avasallador’ o ‘controlador’), Polipemón (‘muchos daños’) y Procoptas, era un bandido y posadero del
Ática (o según otras versiones a las afueras de
Eleusis). Se le consideraba hijo de
Poseidón, y en algunas versiones era un
gigante. Con su esposa Silea fue padre de
Sinis.
HISTORIA DEL MITO
Procusto era un posadero que tenía su negocio en las colinas de Ática. Cuando un viajero solitario se alojaba allí, Procusto entraba por la noche en su habitación y le ataba las extremidades a las esquinas de la cama.
ENTONCES, HABÍA DOS POSIBILIDADES
SI EL VIAJERO ERA MÁS GRANDE QUE LA CAMA
Procusto le cortaba las extremidades que sobresalían (pies, brazos, cabeza…) para que ‘encajase’ exactamente en el lecho.
SI POR EL CONTRARIO ERA MÁS PEQUEÑO
Le ‘estiraba’ hasta descoyuntarlo para que se adaptase a la medida. De hecho, el verdadero nombre del posadero era Damastes. Procusto era su apodo ya que significa ‘el estirador’.
LO CIERTO ES QUE NADIE SE ADAPTABA INICIALMENTE A LA MEDIDA YA QUE, AL PARECER, PROCUSTO TENÍA DOS CAMAS PARA ESTA TAREA, UNA GRANDE Y OTRA PEQUEÑA, Y ASIGNABA UNA U OTRA HABITACIÓN EN FUNCIÓN DE LA ALTURA DEL HUESPED.
El héroe Teseo, en el último de sus trabajos, fue quien acabó con Procusto engañándole para que se tumbase en la cama, momento que aprovechó para atarle y aplicarle su propio ‘método’.
PROCUSTO Y TESEO
Procusto continuó con su reinado de terror hasta que se encontró con el héroe
Teseo, quien invirtió el juego, retando a Procusto a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando el posadero se hubo tumbado, Teseo lo amordazó y ató a la cama y, allí, lo torturó para «ajustarlo» como él hacía a los viajeros, cortándole a hachazos los pies y, finalmente, la cabeza. Matar a Procusto fue la última aventura de Teseo en su viaje desde
Trecén (su aldea natal del
Peloponeso) hasta
Atenas.
SÍNDROME DE PROCUSTO
- La incapacidad para reconocer como válidas ideas de otros
- El miedo a ser superado profesionalmente por un subordinado
Pueden llevar a algunos directivos o mandos intermedios a eludir su principal responsabilidad, tomar las decisiones más adecuadas para su empresa, dedicándose a cercenar las iniciativas, aportaciones e ideas de aquellos que pueden dejarles en evidencia.
Es el Síndrome de Procusto, un nombre de origen mitológico que retrata una figura que suele observarse en entornos laborales y resulta nefasta para cualquier organización o equipo, incluido el de Comunicación.
TTeseo ataca a Procusto. Pintura anónima en el fondo de un kílix ático de figuras rojas (440 a. C.) encontrado en Vulci.
LA PROPIA DEFINICIÓN DEL SÍNDROME DE PROCUSTO YA DEJA CLARAS SUS NEGATIVAS CONSECUENCIAS.
- “Aquel que corta la cabeza o los pies de quien sobresale”.
EL LECHO DE PROCUSTO
La literatura universal ha utilizado frecuentemente esta figura desde la antigua Grecia y muy pronto se aplicó a diferentes entornos como la familia, la empresa, la política…
BÁSICAMENTE PROCUSTO SE HA CONVERTIDO SINÓNIMO DE UNIFORMIDAD Y SU SÍNDROME DEFINE LA INTOLERANCIA A LA DIFERENCIA.
ASÍ, CUANDO ALGUIEN QUIERE QUE TODO SE AJUSTE A LO QUE DICE O PIENSA, LO QUE QUIERE ES QUE TODOS SE ACUESTEN EN EL ‘LECHO DE PROCUSTO’.
PROCUSTOS EN LA EMPRESA
Para reconocer mejor la figura del Procusto en una organización, suelo realizar una distinción entre dos modelos que tienen ligeras diferencias, ‘Conscientes’ e ‘Inconscientes’ de que lo son.
INCONSCIENTES DE QUE LO SON
Directivos y mandos intermedios que no escuchan otras opiniones al entender directamente que su idea siempre va a ser la mejor y son los demás quienes deben adaptarse a ella.
CONSCIENTES DE QUE LO SON
Directivos y mandos intermedios que reconocen entre sus subordinados a figuras que pueden hacerles sombra.
CONSECUENCIAS
INCONSCIENTES DE QUE LO SON
- Su visión siempre es tan clara que se molestan si se les dice que no tienen razón.
- No se ponen en el lugar de los demás, aunque creen que sí lo hacen.
- Suelen hablar de tolerancia, multidiversidad, intercambio de ideas… pero cuando esto se produce no soportan que se den opiniones diferentes a la suya y encuentran cómo criticar o deslegitimar a esa persona.
CONSCIENTES DE QUE LO SON
- Tienen miedo de ‘jóvenes, nuevos y proactivos’ con conocimientos, capacidades o iniciativas que ellos no tienen.
- Por ello, limitan las capacidades, creatividad e iniciativa de sus subordinados para que no evidencien sus propias carencias.
- Son capaces de modificar su posicionamiento inicial ante un tema si ven que alguien opina igual y puede llegar a capitalizar la atención o destacar sobre él si se acepta esa tesis.
CONSECUENCIAS COMUNES
- Generan un clima laboral de tensión y estrés.
- Fuerza las circunstancias para ajustarlas a su propio modelo.
- No optimizan sus equipos.
- Priman su visión personal, o incluso sus intereses particulares, frente a la maximización del rendimiento y la eficacia.
- Deforman, ocultan, interpretan… los datos obtenidos tras un estudio de manera que confirmen su hipótesis previa.
- No asignan tareas a quienes las harían mejor, cierran su acceso a proyectos en los que destacarían, no les evalúan correctamente en los controles internos…
- Exigen niveles de Calidad y perfección que, en muchas ocasiones, ni las tienen ellos ni se pueden alcanzar.
- Por su autoconvencimiento de tener razón, son más proclives al lanzamiento de productos o servicios que exigen una cierta adaptación del usuario. Esto puede traer éxitos momentáneos si lo que se aporta también es novedoso y atractivo, pero si no se ha procurado adaptarse totalmente a lo que precisa el mercado la competencia pronto lo clonará adecuándolo al consumidor/cliente y llevará al fracaso a quien lo creó.
EL DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
En los tiempos actuales, en los que las funciones de los departamentos de comunicación se han ampliado, un Director de Comunicaciones debe tener especial cuidado en no convertirse en un Procusto ya que tiene una serie de peligros añadidos que contribuyen a esa posibilidad.
- La ampliación de las funciones puede dejar fuera de juego a quienes se han limitado a poco más que el envío de notas de prensa y relaciones con la prensa (generalmente porque esa era la única función que se les asignaba).
- El crecimiento de los departamentos lleva al Director de Comunicaciones a tener que desarrollar labores de liderazgo y dirección de personas que, en algunos casos, nunca ha tenido que desempeñar al trabajar sólo.
- Las redes sociales han traído la necesidad de entender y dominar su alcance, posibilidades y métricas; un entorno tecnológico al que puede costar adaptarse.
Cuando se da alguno de los puntos anteriores y se destapan carencias es cuando pueden surgir los Procustos.
Teseo (vestido con ropas transparentes) y Procusto (casi acostado en su famoso lecho)
FRENTE A ESTO, PROFESIONALIDAD Y FORMACIÓN CONTINUA SON LA SOLUCIÓN.
Ambas son las que aportan los conocimientos y la visión necesarios para tener la capacidad de gestionar adecuadamente las virtudes propias y las de los subordinados, y lograr que todas ellas contribuyan al bien común de la empresa y el equipo.
Porque el problema no es tener subordinados que saben más que tú sobre determinados temas, una situación que incluso es deseable como queda claro en la frase anterior de Steve Jobs (imagen). El problema es no saber gestionar ese talento.
CONCLUSIÓN
El Síndrome de Procusto es un gran mal de muchas empresas y prácticamente todos hemos visto casos concretos en los que se produce.
Como reflexión final, una frase propia que llevo años utilizando para referirme a este tema:
- “El gran problema de muchas empresas es que tienen empleados en puestos de responsabilidad que han decidido (consciente o inconscientemente) que sus obligaciones no son las que les ha asignado la empresa, sino que su trabajo consiste en mantener su trabajo”.
"EL LECHO DE PROCUSTO" - CON LA MEJOR VOLUNTAD
Esta leyenda del lecho de Procusto ha quedado para siempre en la tradición popular y en la literatura universal, como una expresión proverbial para referirse a quienes pretenden acomodar siempre la realidad a la estrechez de sus intereses o a su particular visión de las cosas.
Porque, aunque afortunadamente no hay muchos tan desaprensivos como aquel mítico personaje, sí hay bastantes que se le parecen en su actitud. Poseen un loable empeño por agradar a los demás, pero tan intransigente y tan peculiar que es mejor no tenerlos muy cerca. Están siempre muy seguros de lo que deben hacer, pero esa clarividencia suya es la principal causa de su obstinación en el error.
Su preocupación por los demás se inscribe en un patrón que no hay forma de eludir. Son previsibles e irreductibles. Su incansable actividad deja numerosos heridos a su paso. Cuando se les hace alguna objeción acerca de sus rígidos planteamientos, se molestan, y suelen seguir adelante sin inmutarse, convencidos de estar siempre en la mejor de la opciones.
MEDIDA DE TODO
Quizá no alcanzan a entender que, en el fondo, su generosidad es bastante egoísta. Tienen que aprender a tratar a cada uno como mejor conviene a cada caso particular, no según sus patrones preestablecidos.
TODOS DEBEMOS APRENDER A NO INTERPRETAR SEGÚN NUESTRO PATRÓN DE CONDUCTA O NUESTRA PROPIA PSICOLOGÍA, SINO OBSERVANDO Y ESCUCHANDO, SIENDO RECEPTIVOS Y ABIERTOS, PROCURANDO NO USAR RECETAS YA HECHAS, NI SOLUCIONES PREFABRICADAS O CONSEJOS REPETITIVOS Y MANIDOS.
SON PERSONAS QUE NO TERMINAN DE ESFORZARSE POR PONERSE EN EL LUGAR DE LOS DEMÁS. NO SE SITÚAN.
- Son los que piden sinceridad y cuando se les dice la verdad se enfadan.
- Los que piden que se les haga cualquier observación con toda confianza, pero cuando se les dice algo concreto no les gusta nada.
- Los que hablan de diversidad y de tolerancia pero llevan fatal que no se piense exactamente como ellos.
- Los que, aunque coincidas inicialmente con sus ideas, varían enseguida su posición para así censurar siempre todo lo que hacen los demás.
- Los que se llenan de celos si alguien sobresale de la medida de su propia mediocridad.
- Los que exigen a quienes les rodean un nivel de perfección que ellos no alcanzan ni de lejos.
- Todo lo juzgan.
- Todo lo quieren cortar a su medida.
- Su vida está presidida por una observancia de normas, pero muy poco por el servicio a los demás.
Quizá su principal problema es precisamente que se creen medida de todo, y por eso es tan ingrata su compañía.
Fuente:
https://excelencemanagement.wordpress.com/2016/06/20/sindrome-de-procusto-prescindir-de-quien-sobresale/
https://es.wikipedia.org/wiki/Procusto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario