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"Soy un hombre de armas, un soldado, scout. Paradójicamente, al único de mi especie que admiro, empuñó solamente la palabra, su técnica fue la humildad, su táctica la paciencia y la estrategia que le dio su mayor victoria fue dejarse clavar en una cruz por aquellos que amaba".

“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, como debo obrar, para el bien de los hombres, de la iglesia y el triunfo de Jesucristo”.

Desde La Trinchera Del Buen Combate en Argentina. Un Abrazo en Dios y La Patria.

20 de junio de 2014

AMEN. SIGNIFICADO Y USO

Amén (en hebreo, אמן, amen; en árabe آمين āmīn) es una palabra semítica que suele traducirse como 
  • «así sea», con un sentido aprobatorio
  • «así es», como símbolo de reafirmación (por ejemplo, de la fe).1 
Empleada en el judaísmo, posteriormente también fue adoptada por el cristianismo y el islam. Esta palabra es una de las aclamaciones litúrgicas más frecuentes,1 y se utiliza generalmente como fórmula para concluir las oraciones.
LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA HA DADO EL VISTO BUENO A LA EDICIÓN EN CASTELLANO DEL 'YOUCAT' (Acrónimo de ‘Youth Catechism’), UN CATECISMO PENSADO PARA JÓVENES.(Año 2011).
CAPÍTULO III: CREO EN LA VIDA ETERNA
165. ¿Por qué decimos «Amén» al confesar nuestra fe?
Decimos Amén —es decir, sí— al confesar nuestra fe porque Dios nos llama como testigos de la fe. Quien dice Amén, asiente con alegría y libremente a la acción de Dios en la Creación y en la Salvación. [1061-1065]
La palabra hebrea «Amén» procede de una familia de palabras que significan tanto «fe» como «solidez, fiabilidad, fidelidad». «Quien dice Amén pone su firma» (san Agustín). 
Este sí incondicional lo podemos pronunciar únicamente porque Jesús se ha revelado para nosotros en su Muerte y Resurrección como fiel y digno de confianza. Él mismo es el «Amén» humano a todas las promesas de Dios, así como el «Amén» definitivo de Dios para nosotros.
SIGNIFICADO
El término «amén» es símbolo de:
  • confirmación
  • afirmación.2 

El significado real de la palabra es:
  • ‘en verdad’
  • ‘ciertamente’
  • ‘que conste’.3 
Popularmente se le ha dado el significado de ‘así sea’, ‘palabra de Dios’ o, simplemente, ‘sí’.
En efecto, la raíz de este adverbio implica:
  • firmeza
  • solidez
  • seguridad
 y en hebreo es la misma que se utiliza para el vocablo «fe».3
Palabra Amen en hebreo
Decir amén es:
  • Proclamar que se tiene por verdadero lo que se acaba de decir, con miras a ratificar una proposición o a unirse a una plegaria. 
Por eso, expresado en forma conjunta o grupal en el ámbito de un servicio divino u oficio religioso también significa:
  • ‘estar de acuerdo’ con lo expresado en tal ocasión.
USOS
El término «amén» es muy utilizado en la Biblia, y se lo usa también frecuentemente en la liturgia sinagogal y cristiana.2
Puede encontrarse al principio o al final de la frase.
En contraste con el uso de amén como una reafirmación posterior (es decir, al final de la oración), los evangelios sitúan a Jesucristo iniciando algunos de sus discursos con un doble «Amén, amén», en el Nuevo Testamento, frecuentemente traducido como: «En verdad, en verdad» o «De cierto, de cierto» (por ejemplo: Juan 14:12).
En el libro del Apocalipsis, Cristo es llamado «el Amén» (Apocalipsis 3:14).2

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA 
  • 1061 El Credo, como el último libro de la Sagrada Escritura (cfAp 22, 21), se termina con la palabra hebrea Amen. Se encuentra también frecuentemente al final de las oraciones del Nuevo Testamento. Igualmente, la Iglesia termina sus oraciones con un Amén.
  • 1062 En hebreo, Amen pertenece a la misma raíz que la palabra "creer". Esta raíz expresa la solidez, la fiabilidad, la fidelidad. Así se comprende por qué el "Amén" puede expresar tanto la fidelidad de Dios hacia nosotros como nuestra confianza en Él.
  • 1063 En el profeta Isaías se encuentra la expresión "Dios de verdad", literalmente "Dios del Amén", es decir, el Dios fiel a sus promesas: "Quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén" (Is 65, 16). Nuestro Señor emplea con frecuencia el término "Amén" (cf Mt 6, 2.5.16), a veces en forma duplicada (cf Jn 5, 19), para subrayar la fiabilidad de su enseñanza, su Autoridad fundada en la Verdad de Dios.
  • 1064 Así pues, el "Amén" final del Credo recoge y confirma su primera palabra: "Creo". Creer es decir "Amén" a las palabras, a las promesas, a los mandamientos de Dios, es fiarse totalmente de Él, que es el Amén de amor infinito y de perfecta fidelidad. La vida cristiana de cada día será también el "Amén" al "Creo" de la Profesión de fe de nuestro Bautismo: «Que tu símbolo sea para ti como un espejo. Mírate en él: para ver si crees todo lo que declaras creer. Y regocíjate todos los días en tu fe» (San Agustín, Sermo 58, 11, 13: PL 38, 399).
  • 1065 Jesucristo mismo es el "Amén" (Ap 3, 14). Es el "Amén" definitivo del amor del Padre hacia nosotros; asume y completa nuestro "Amén" al Padre: «Todas las promesas hechas por Dios han tenido su "sí" en él; y por eso decimos por él "Amén" a la gloria de Dios» (2 Co 1, 20):
«Por Él, con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria,
por los siglos de los siglos.
AMÉN»
DEL ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA "AMÉN"
De que la palabra “amén” es profusamente utilizada por los cristianos desde los primeros tiempos da buena cuenta el temprano autor Justino, muerto en el año 165

San Justino
Justin filozof.jpg
Mártir
Nacimiento100/114
Flavia NeapolisVexilloid of the Roman Empire.svg Imperio Romano
Fallecimiento162/168
RomaVexilloid of the Roman Empire.svg Imperio Romano
Venerado enIglesia Católica
Festividad1 de junio
En su obra de las“Apologías”, concretamente en la “Primera Apología”, datable hacia el año 153, nos deja el siguiente testimonio:
  • “Seguidamente se presenta al que preside entre los hermanos pan y una copa de agua y de vino mezclado con agua. Cuando lo ha recibido, alaba y glorifica al Padre de todas las cosas por el nombre del Hijo y del Espíritu Santo, y da gracias largamente porque por él hemos sido hechos dignos de estas cosas. Habiendo terminado él las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo: ‘Amén’”
La antigüedad de la práctica de decir “amén” al recibir la comunión la atestigua, aunque en sentido contrario, esta anécdota que nos relata Eusebio de Cesarea en su “Historia Eclesiástica”, referida al hereje Novaciano, rival del Obispo de Roma (Papa) Cornelio (251-253), que no le daba la comunión a quién se la pedía si “en vez de pronunciar ‘amén’ al tomar el pan no dice ‘No volveré a Cornelio’”(Hist Ec. 6, 43, 19).
San Serapio
Francisco de Zurbarán 026.jpg
San Serapio (Zurbarán) obra pictórica de 1628.
Nacimiento1179
Londres
Fallecimiento14 de noviembre de 1240
Canonización1743 por Benedicto XIV
Festividad14 de noviembre
Patronazgode Azul (Buenos Aires),
de los enfermos
Del no hace mucho descubierto “Libro de oraciones” del Obispo Serapio, datable hacia mitad del s. IV, inferimos que ya para entonces todas las oraciones terminaban con un “amén”. 
En el ritual mozárabe, por ejemplo, se repetía después de cada petición del Padrenuestro.
Por lo que hace a su significado, el propio Justino a quién hemos citado arriba nos dice lo que según él significa:
  • “‘Amén’ significa en hebreo ‘así sea’”.
San Agustín
Saint Augustine by Philippe de Champaigne.jpg
Retrato de Philippe de Champaigne , siglo XVII.
Obispo y Padre Latino
Proclamado Doctor de la Iglesia el 20 de septiembre de 1295 por el papa Bonifacio VIII
NombreAurelius Augustinus
Nacimiento13 de noviembre de 354
Tagaste
Fallecimiento28 de agosto de 430
Hipona
Venerado enIglesia católica,
Iglesia ortodoxa,
Iglesias orientales
Festividad
  • 28 de agosto Occidente
  • 15 de junio Oriente
  • 5 de mayo Conversión de San Agustín vetus ordo
  • 24 de abril idem. novus ordo
AtributosVestiduras episcopales, libro.
PatronazgoTeólogos
San Agustín y el Pseudo-Ambrosio traducen el “amén” como“verum est” (es verdad). En la “Expositio Missae” de Gerberto, se lee:
  • “Amén es una ratificación por el pueblo de lo que se ha dicho, y puede interpretarse en nuestro lenguaje como si todos ellos dijeran: Que sea como el sacerdote ha rezado”.
Desde el punto de vista etimológico, “amén” es una palabra hebrea que deriva del verbo hebreo “aman”, que significa:
  • “reforzar, confirmar”. 
Su uso en la lengua hebrea es antiquísimo. Ya en el Antiguo Testamento encontramos la palabra varias veces. Así, leemos en el Deuteronomio:
  • “Maldito el hombre que haga un ídolo esculpido o fundido, abominación de Yahvé, obra de manos de artífice, y lo coloque en un lugar secreto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén” (Dt. 27, 15).
Locución que se repite hasta con once acciones más justo a continuación, en Dt. 27, 16-26.
En Salmos leemos:
  • “¡Bendito Yahvé, Dios de Israel, desde siempre y para siempre! Y todo el pueblo diga: ¡Amén!” (Sl. 106, 48)
El Libro de Tobías, de hecho, termina así: “Amén” (ver Tb. 15, 12).

El valor “reforzatorio” de la palabra es muy evidente en el Libro de los Números, donde en el terrible ceremonial llamado “la oblación de los celos” del que un día hablaremos, vemos incluso la utilización doble del término:
  • “El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer este juramento, y dirá el sacerdote a la mujer: ‘Que Yahvé te ponga como maldición y execración en medio de tu pueblo, que haga languidecer tus caderas e infle tu vientre. Que entren estas aguas de maldición en tus entrañas, para que inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas’. Y la mujer responderá: ¡Amén, amén!” (Nm. 5, 22)
En las sinagogas judías la palabra “amén” era la respuesta del pueblo a la oración dicha en voz alta por el director de la liturgia en cuestión.
Si busca Vd. la palabra en los Evangelios (según están traducidos al español), no la encontrará ni una sola vez, lo que no quiere decir que no esté presente, pues en realidad, debe entenderse como tal la locución “en verdad”, una locución que Mateo pone en boca de Jesús en hasta ocho ocasiones, Lucas en una, y Juan en veinticinco, con la particularidad de que Juan usa siempre, absolutamente siempre, “en verdad, en verdad”, es decir, duplicado, con un valor reforzatorio por lo tanto superior. 
Tanto así que según me informa un buen amigo de esta columna, Javier, Xaber en alemán, en dicha lengua la expresión que en español traducimos como “en verdad, en verdad os digo” se traduce como “amén amén ich sage euch”
Y en cualquier caso con un rasgo muy especial: en los evangelios, Jesús no utiliza el término para finalizar el discurso, sino para introducirlo, aunque para que nadie pueda acusarnos de no decirlo todo, tampoco sea el primero en hacerlo, y ya observamos dicho uso en el Antiguo Testamento, por ejemplo, en el Libro de Jeremías, donde éste responde así a la profecía de Jananías de que habrían de venir días mejores:
  • “¡Amen! Así haga Yahvé. Confirme Yahvé las palabras que has profetizado, devolviendo de Babilonia a este lugar los objetos del templo de Yahvé, y a todos los deportados” (Jer., 28, 6).
Sí encontramos el “amén”, en cambio, en otros escritos neotestamentarios. 
  • Así, San Pablo la escribe en hasta quince ocasiones, en expresiones del tipo: “Dios bendito por los siglos. Amén” (Ro. 9, 5),
  • “¡A él la gloria por los siglos! Amén” (Ro. 11, 35), 
  • “El Dios de la paz sea con todos vosotros. Amén” (Ro. 15, 33), etc.. 

San pablo
A reseñar una mención muy especial en la Primera Carta a los Corintios:
  • “Porque si no bendices más que con el espíritu ¿cómo dirá ‘Amén’ el que ocupa el lugar del no iniciado?” (1Co. 14, 16).
En el Apocalipsis de San Juan encontramos la palabra en hasta nueve ocasiones.
El Diccionario de la Real Academia dice sobre la palabra:
  • “Amén (Del latín tardío “amen”, este del griego “ἀμήν”, y este del hebreo “āmēn”, verdaderamente).
  • interj. Así sea. Usase al final de una oración.
  • interj. Usase para manifestar aquiescencia o vivo deseo de que tenga efecto lo que se dice.
  • m. final.”

Adoración ante el trono de Dios. Del Apocalipsis de Bamberg (folio 10, verso), obra de iluminación encargada porOtón III, de ca. año 1000. La imagen refiere al pasaje delApocalipsis: Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono diciendo: «¡Amén! ¡Aleluya!» (Ap. 19:4).
Referencias
Saltar a:a b Pérez-Rioja, José Antonio (1971). Diccionario de Símbolos y Mitos. Madrid (España): Editorial Tecnos. p. 60. ISBN 84-309-4535-0.
Saltar a:a b c Davy, Marie-Madeleine (1986). «Amén». En Chevalier, Jean; Gheerbrant, Alain. Diccionario de los símbolos. Barcelona: Herder. p. 91. ISBN 978-84-254-2642-1.
Saltar a:a b Thomas, Charles (2001). «Amén». En Xavier Léon-Dufour. Vocabulario de teología bíblica (18.ª edición). Barcelona (España): Biblioteca Herder. pp. 73–74. ISBN 978-84-254-0809-0.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9n
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32561

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