Jesús te espera en la Hostia Consagrada, en el Sagrario, para bañarte en bendiciones que sólo puede dar allí donde está en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
No es lo mismo. Dios está en todas partes, pero el Amor hecho carne, sólo en la Eucaristía. Come Amor y verás lo que Es el Amor.
Fuera de Cristo no hay verdadero amor, sólo vanidades de las que no quedará nada. Cuando mueras, sólo disfrutarás el amor que diste a Dios en cada segundo de tu vida, cumpliendo Su Voluntad (que conocemos a través de Su Palabra y el Magisterio de Su Iglesia). No la desperdicies!
Si después de leer esto no te confiesas para poder comulgar con más fervor y más frecuentemente (incluso diariamente) o no rezas más frente al Santísimo, no has entendido. ¡Él está allí! ¡Todopoderoso!
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